Se agarró a piñas con el chofer de colectivo, así terminó
Un caso de violencia en riña se dio en un colectivo lleno, y los ánimos furiosos provocaron lesiones
En momentos en que el colectivo se encontraba realizando su recorrido por la calle Apolinario Figueroa y Rojas de esta Ciudad, abordó la unidad una persona de sexo masculino de aproximadamente 20 años de edad, el que se quedó parado en la puerta de ingreso al colectivo.
Al parecer obstruía el ascenso de los pasajeros, aclarando que el colectivo se encontraba lleno y, que el masculino no llegó a sacar su correspondiente boleto.
En la marcha, el chofer, detuvo su recorrido en las paradas, subiendo pasajeros y éste hombre, continuaba parado en la puerta del colectivo y no sacaba el boleto correspondiente, obstruyendo en todo momento, a los ocasionales pasajeros.
Al llegar a la intersección de la avenida Scalabrini Ortiz y Corrientes de esta Ciudad, el chofer detiene la marcha del colectivo en la parada existente en el lugar, encontrándose varios pasajeros en la parada para poder tomar el colectivo.
Ante ello y con el colectivo detenido, el chofer le pide al pasajero que continuaba en la puerta, que se corriera del lugar, con textuales palabras “Flaco te podés correr un poquito de la puerta”, en ese momento el hombre se acerca al chofer y en voz alta le dice si lo estaba cargando, que el colectivo se encontraba lleno.
Mientras tanto, el chofer seguía con su labor, preguntando a los pasajeros que subían, el valor del boleto que querían sacar y marcando la máquina de boleto, continuando el pasajero insultando.
El golpe y la agresión al chofer de colectivo, la pericia médica
El chofer, en ese momento, levanta la vista y es golpeado con un golpe de puño en el rostro, más precisamente en el ojo derecho. El chofer optó por cerrar la puerta del colectivo, con el fin de ir en busca de un policía, el cual encontró a pocas cuadras y solicitó su colaboración.
Una vez que el personal policial tomó conocimiento del hecho, permitió bajar a los pasajeros que se encontraban en el colectivo, quedándose dos de ellos, como testigos, luego concurrieron al local de esta dependencia, donde se le solicitó ambulancia del S.A.M.E., derivando al diciente al Hospital Durand, donde le diagnosticaron fisura de tabique nasal y traumatismo en el ojo derecho. Posteriormente, fue derivado e la Clínica Fitz Roy, donde fue examinado: fractura de tabique nasal y traumatismo de ojo derecho
A fs. 29 el Centro Médico Integral Fitz Roy, informó que, “(…) de acuerdo a nuestros registros Enrique …, quien desempeña tareas en la firma Transporte Pueyrredón, fue derivado para su atención por Mapfre A.R.T., el 20 de septiembre de 2009. Paciente de 49 años que a su ingreso refirió haber sufrido agresión de un tercero, asistido en primera instancia en el Hospital Durand. Adjuntamos a la presente copia de los registros médicos que obran en su sistema.
La versión del testigo
Según contó un testigo, el hombre abordó un colectivo de la Línea 110, no recordando el lugar donde ascendió al mismo, pero si que el colectivo estaba muy lleno y que el colectivero le pedía con asistencia a la gente que se fuera corriendo al fondo, aunque todos viajaban apretados y casi no había lugar.
Asimismo, recuerda que venía de la casa de una amiga e iba de regreso a su casa, siendo que, en el trayecto, no pudiendo precisar en que lugar exacto, escucha que el colectivo le dice a un joven “flaco córrete de la puerta”, agregando que ella estaba detrás del conductor pasando la máquina expendedora de boletos yendo hacia el fondo.
Aparentemente, por lo que recuerda “el chofer le seguía diciendo, flaco por favor córrete”, claro y el muchacho le contestaba “negro de mierda porque me vas a decir a mi que no quiero pagar boleto” y toda la gente le decía “cállate, cállate, no lo molestes y pagá”, estábamos todos muy nerviosos.
Le pedíamos al chico que se calle y después se puso muy nervioso, estaba sacado y se acercó al chofer y le dijo “a ver que me decís” y sin verlo, yo creo que le dio dos piñas, lo que vi, fue la sangre que salía de la boca del chofer, no vi las trompadas pero claro deduzco que fue el muchacho que le pegó, yo veo la sangre y me descompongo y cuando me doy vuelta no quedaba casi ningún pasajero.
Volaron todos, parece que un hombre retuvo al muchacho que le había pegado al chofer yo me sentía mal y me senté en el primer asiento, al rato cayó la policía y me pidió los datos. El muchacho tendría cerca de treinta años, buen aspecto, tez blanca, pelo muy prolijo, estatura normal, un metro sesenta u ochenta, remera clara y me acuerdo que tenía una bolsita de regalos, yo le recriminé “cómo le vas a pegar al chofer, si todos estábamos viajando”.
La defensa del pasajero
“Podemos entender que un chofer de colectivo esté estresado después de realizar varios viajes, pero no se puede justificar que por ello, y vaya a saber qué otro problema personal que lo aquejaba, insulte y agreda a una persona”, se defendió el pasajero.
“Y lo peor, de la situación, es que el injustificado y estafatorio reclamo no culminó allí, sino que luego vino la causa penal y por último el cómico juicio civil. Todo ello, ha causado en el actor una serie de graves perjuicios”, dijo y completó:
Es realmente triste, que existan reclamos como el de autos, en los que evidentemente una persona se cree con derecho a utilizar el aparato judicial con la fnalidad de enriquecerse injustificadamente.
Otro testigo habría declarado queno vioi que le haya pegado en el afán de defenderse, el muchacho movió las manos para adelante para sacarle la mano al colectivero, no vi que las manos del muchacho le tocaran la cara al colectivero, y que el colectivero también habría participado en la riña.
La decisión judicial
Finalmente y por la prueba del caso, los jueces ordenaron al pasajero indemnizar al chofer del colectivo. Esto más allá de la responsabilidad de la ART como seguro, que podrá repetir los gastos médicos y por las lesiones, si es que quedase alguna incapacidad.
Causado un daño, la persona victimaria debe la reparación integral. Por ende deberá pagarle más de $ 200 mil entre costas, gastos médicos, daño moral y demás por las lesiones producidas. Probablemente la causa penal haya terminado en probation, si no tenía antecedentes
(foto ilustrativa)
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