¿Es Argentina racista? Una charla con Omer Freixa
La polémica que desató el artículo de The Washington Post sobre la supuesta falta de jugadores negros en la selección argentina. El racismo y la discriminación, los derechos constitucionales
Por Clara Cattarossi
La Copa del Mundo trajo sobre la mesa, nuevamente, la temática racial en Argentina. Los fieles consumidores de Twitter pueden dar fe de que, ya hace años, se nos acusa a los argentinos de nazis y racistas, juzgando a partir de acontecimientos de hace más de medio siglo.
Pero lo que terminó de desatar esta discusión fue el artículo de opinión de The Washington Post, escrito por Erika Denise Edwards y publicado el 8 de diciembre.
¿Es Argentina racista? ¿Acaso hay una interpretación del racismo sesgada por la concepción estadounidense? ¿Cuál es el patrón racial argentino? Estas preguntas y más nos responde Omer Freixa, historiador africanista, docente, investigador y divulgador.
-Hay una invisibilización de la afrodescendencia en nuestro país, lo que lleva al resto del mundo a considerarnos racistas…
-Omer Freixa: Se cree que el flujo de personas esclavizadas que ingresaron al territorio es mucho más bajo de lo que realmente fue. No fue una cifra menor al del resto del continente porque, en 1778, dos años después de la creación del Virreinato del Río de la Plata, se llevó a cabo un censo colonial a toda la población, de 200.000 habitantes en ese entonces.
De esa cifra, el 46% entra en la categoría de pardos y morenos, es decir, afrodescendientes; descendientes de personas esclavizadas que venían en barcos. Trajeron encadenadas a 10 millones de personas, sin contar a las que murieron en la travesía de exportación de África a América.
En 2001, esta llamada Trata Transatlántica es sancionada como delito de lesa humanidad. Requiere de procesos de memoria, compensaciones y reparaciones, tanto simbólicas como físicas.
-¿Qué tenés para decir acerca del artículo de The Washington Post sobre la selección argentina y su supuesta falta de jugadores negros?
-OF: Vos nombraste una palabra, «invisibilidad», que está en boca de todos a partir de esa nota. Cuando el inconsciente colectivo piensa en una persona negra, se le viene a la cabeza el afroamericano fenotípico, que no se corresponde con el patrón de la gente negra en Argentina. El artículo se tergiversó porque nadie quiso leer más allá del copete; hay muchos puntos flojos, pero pone en jaque, con fundamentos y crítica, la idea de que en Argentina no hay negros.
El patrón racial de Estados Unidos y el de Argentina no es el mismo. Lo que la autora explica es el concepto del mestizaje, y busca romper la presunción de que nuestro país cuenta con una homogeneidad étnica, en la cual somos todxs blancxs europexs.
-¿Y qué hay de la gente que acá sería «marrón»? ¿Se incluyen en el patrón racial argentino?
-OF: La palabra que utiliza la autora es «morocho», una identidad mestiza en la cual, a ciencia cierta, puede haber afrodescendencia. Lo que predomina en el mal llamado “interior” argentino es el prototipo del afro-mestizo.
Los pueblos originarios también son fundamentales en este -también mal denominado- crisol de razas de la construcción discursiva.
La historia no es más que un relato, y en nuestro caso la que predomina es la que se enseña en las escuelas, donde nos cuentan que Argentina es blanca europea.
Es un cuento un poco fantasioso del Estado; la diversidad que no se incluye en el relato está, sin embargo, presente, el tema es que no se la quiere ver. Se arrincona a los pueblos originarios a los márgenes y, desde la narración histórica, las poblaciones afro no existen. No hay tal desaparición de los negros sino una invisibilización. Y digo negros, porque «negro» remite a una categoría colonial.
-Entonces, según el contexto, ¿no es discriminador decir «negro»?
-OF: Las categorías son polémicas y discutibles. Lo negro en realidad remite al estigma de la esclavitud; por eso se dice que los afros no desaparecieron, porque ese término tiene tan solo 20 años de vigencia. Según el folklore popular, lo que mató y barrió a los negros fue la fiebre amarilla. El epicentro de esta enfermedad fue solo en la Ciudad de Buenos Aires.
-¿Qué hay de las tradiciones argentinas, de origen afro, que se «blanquearon»?
-OF: Todo se blanquea: el tango, la comida… El asado, las achuras, son las sobras que comían los negros al estar esclavizados. La gente no puede creer cuando ve a un afrodescendiente fenotípico y les dicen que son argentinos; casi siempre se cree que son extranjeros.
-¿Por qué, entonces, se sigue repitiendo este tantra de que Argentina es blanca europea?
-OF: Se lo repite desde Sarmiento en el Facundo (1845) hasta, sin ir más lejos, nuestro presidente en 2021 diciendo que descendemos de los barcos. Como mencionaba anteriormente, los censos también fueron manipulados. El último que incluyó la variable afro hasta 2010 fue en el de 1825, que entonces la población constaba de un 50% de afrodescendientes. ¿Me vas a decir que en un siglo desapareció esa mitad? Hay algunas razones que son ciertas, por ejemplo la guerra civil, pero otras, como la fiebre amarilla, son puro chamuyo y tampoco concuerdan los números. No es desaparición, es invisibilidad.
-¿Puede un país ser más o menos racista? Es decir, ¿es Argentina más racista que otros países?
-OF: No; la diferencia radica en la matriz racial. En Argentina el racismo radica, principalmente, en insultar a alguien llamándolo «negro de alma», pero poco se habla del racismo francés, mexicano… Acá el insulto racial no va por lo fenotípico sino por lo clasista.
Extra: la ley argentina y la discriminación racial
La ley argentina prohíbe la discriminación racial y establece medidas para prevenirla y sancionarla. En Argentina, la discriminación racial está prohibida por la Constitución Nacional, la ley 23.592 de Discriminación y el tratado internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial, aprobado por ley 24.144.
La ley 23.592 de Discriminación establece que todas las personas tienen derecho a igualdad de oportunidades y a no ser discriminadas por motivos de raza, color, origen étnico o nacional, religión, género, orientación sexual, identidad de género, edad, discapacidad, condición social, estado civil, embarazo, maternidad, paternidad, condición de víctima de violencia de género, situación económica, características personales, idioma, expresión o manifestación cultural, opinión, condición de migrante o cualquier otra circunstancia personal o social.
La ley también establece la obligación del Estado de adoptar medidas de prevención y eliminación de la discriminación, así como de promover la igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos humanos de todas las personas. Además, establece sanciones para aquellas personas o entidades que cometan actos de discriminación racial.
En resumen, la ley argentina prohíbe la discriminación racial y establece medidas para prevenirla y sancionarla, garantizando la igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su raza, color, origen étnico o nacional, entre otros.
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