Un cambio de término para respetar los derechos humanos
Los restos momificados del antiguo Egipto ya no deberían llamarse 'momias', ya que el término está desactualizado y es 'deshumanizante', dijo el museo. El lenguaje y lo políticamente correcto
El Museo Británico de Londres y los Museos Nacionales de Escocia ya no usan el término “momia” y prefieren usar la “persona momificada” o “restos momificados” como una alternativa políticamente correcta.
Un portavoz del Museo Británico le dijo al periódico: “Las exhibiciones y exhibiciones han enfatizado que los restos momificados son de personas que alguna vez vivieron”.
Un portavoz de los Museos Nacionales de Escocia dijo al diario The Daily Mail: “Cuando sabemos el nombre de un individuo, lo usamos, de lo contrario, usamos ‘hombre, mujer, niño, niña o persona momificados’ porque nos referimos a personas, no a objetos.
“La palabra ‘momia’ no es incorrecta, pero es deshumanizante, mientras que usar el término ‘persona momificada’ alienta a nuestros visitantes a pensar en el individuo”.
Se produce cuando, según los informes, el presidente del Museo Británico, George Osborne, está en conversaciones con los líderes del museo griego para devolver los controvertidos Mármoles de Elgin, parte de una tendencia global de los museos para restituir restos a sus respectivos países, parte del patrimonio arqueológico.
Se cree que se originó de la palabra árabe ‘mummiya’, que se traduce como ‘betún’, una sustancia balsámica. El curador del Great North Museum, Jo Anderson, también le dijo a The Daily Mail: “Las leyendas… de la momia y las películas que retratan monstruos sobrenaturales […] pueden socavar su humanidad”.
Devolución restos de museos, derecho y ley, patrimonio arqueológico
La devolución de objetos culturales es una parte importante del diálogo en torno a la ética del colonialismo. A veces, los museos han sido cómplices de la apropiación de objetos a comunidades vulnerables a lo largo de la historia, pero ahora lo reconocen y hacen todo lo posible por corregirlo. Los museos con grandes colecciones están reevaluando cómo pueden ser mejores administradores de estos objetos, incluso devolviéndolos a sus legítimos propietarios cuando es posible.
El colonialismo es una parte de la historia.
El colonialismo es un tema complejo, y no es lo único que ha llevado a la destrucción de bienes culturales. Aunque es importante comprender cómo contribuyó el colonialismo a la apropiación de yacimientos arqueológicos, también es vital reconocer que hay otros factores en juego en nuestra situación actual, como la desigualdad económica, la inestabilidad política y la guerra. Estos problemas no tienen soluciones sencillas, pero es importante reconocerlos a la hora de pensar en la repatriación de museos.
Los museos son depositarios del patrimonio cultural y la identidad de la comunidad, pero también sirven para la educación y la investigación. Los museos albergan vastas colecciones de arte y objetos de todo el mundo. Debido a su importancia, los museos reciben muchas donaciones de coleccionistas privados o particulares. Algunos museos han devuelto o están devolviendo objetos a las comunidades de las que proceden.
Este cambio en las prioridades de los museos se percibe incluso sin visitarlos. Cada vez se fijan más en las comunidades a las que sirven, hablan de su propia historia y animan a los visitantes a debatir cuestiones sociales.
El Museo Nacional Smithsoniano de Historia y Cultura Afroamericanas ha adoptado una postura similar, añadiendo más programas educativos y exposiciones sobre la esclavitud y los derechos civiles de lo que había planeado en un principio.
Con otro ejemplo, el Instituto Getty de Conservación colabora con comunidades sudafricanas para preservar pinturas rupestres creadas por grupos indígenas hace cientos de años. El instituto también está investigando cómo reaccionan los distintos materiales al cambio climático para poder preservar mejor los artefactos para las generaciones futuras.
Los museos a veces afirman que los restos son demasiado frágiles para trasladarlos, pero que muchos de ellos pueden exponerse con seguridad en otro lugar en condiciones controladas.
Movimiento de restitución de patrimonio arquelógico
Sin embargo, existe un movimiento creciente para devolver estos objetos a las comunidades de las que proceden. Por ejemplo, algunos museos invitan a los ancianos de las tribus a hablar en diversos actos a lo largo del año u organizan talleres en los que pueden enseñar a los más jóvenes a confeccionar prendas tradicionales y otros artículos.
Estos esfuerzos contribuyen a preservar las culturas indígenas americanas, que en su día se vieron amenazadas por la colonización y la occidentalización, pero que ahora están floreciendo de nuevo en lugares como la tribu Acoma Pueblo de Nuevo México, donde existe un activo gremio de alfareros que fabrica vasijas tradicionales con técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación.
Otros museos han devuelto colecciones enteras de objetos procedentes de otros países, o salas enteras llenas de arte de una zona específica.
Algunos ejemplos son:
- La devolución por parte del Museo Británico en 2015 de las Esculturas del Partenón -esculturas que se llevó Lord Elgin en 1806, y que ahora se encuentran en el Museo de la Acrópolis-.
- La decisión del Louvre en 1992 de repatriar los Bronces de Benín (un grupo de 1.200 objetos rituales) a Nigeria tras una larga batalla legal.
Para devolver un objeto a una comunidad, hay que ser capaz de explicar el trasfondo histórico y cultural de ese objeto. Pero no se trata sólo de explicar lo que muestra tu investigación; también es importante entender cómo recibirá esta información la comunidad.
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