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Italia prohibe que los perros hagan yoga

En un cambio importante en favor de la protección animal, el Ministerio de Salud de Italia prohibió el uso de perros en las sesiones de yoga, una práctica conocida como Puppy Yoga, que se había vuelto popular en varios centros de fitness alrededor del mundo. Esta decisión surge tras una serie de preocupaciones expresadas por asociaciones de protección animal y reportajes en medios de comunicación que resaltaron los posibles daños y el estrés al que se exponen los perros.

El Ministerio de Salud de Italia prohibió las clases de “puppy yoga”, argumentando que solo los perros adultos deben participar para proteger la salud de los animales y la seguridad de los asistentes. Según un comunicado emitido por el Departamento de One Health del Ministerio de Salud el 29 de abril, la regulación de las Actividades Asistidas con Animales (AAA) en Italia requiere que todos los animales utilizados sean adultos. Esto garantiza tanto la seguridad de los usuarios como el bienestar de los animales involucrados. La normativa actual, establecida en el Acuerdo entre el Gobierno, las Regiones y las Provincias Autónomas de Trento y Bolzano, prohíbe específicamente el uso de cachorros en estas prácticas.

Según una nota distribuida el 29 de abril, el ministerio señaló que estaba al tanto de que los organizadores a menudo “alquilan” cachorros a criadores. Sin embargo, debido a que el puppy yoga “mejora el bienestar”, debería considerarse como una especie de “terapia asistida por animales”, que por ley solo puede llevarse a cabo con animales completamente desarrollados. Además, se subraya que el Puppy Yoga no solo va en contra de las directrices sobre el bienestar animal, sino que también distorsiona los principios del yoga tradicional, convirtiéndose más en una forma de promoción comercial para la venta de cachorros que en una práctica beneficiosa o terapéutica.

El yoga para perros normalmente implica que los animales deambulen libremente alrededor de una clase de yoga y a veces se incorporen en poses, o una clase seguida de tiempo de juego con los caninos. Estas clases de puppy yoga son populares en Europa y Estados Unidos. Otras variaciones incluyen el yoga con gatos, conejos o incluso, en algunos casos, con cabras.

El Ministerio pidió a las autoridades regionales que realicen controles para garantizar que no se lleven a cabo clases de yoga para perros. Esta medida representa un avance significativo en la lucha por el respeto y la protección de los derechos de los animales en Italia, alineándose con un movimiento global hacia prácticas más éticas y sostenibles en el manejo y cuidado de los animales.

En un comunicado, la Junta Nacional de Protección Animal de Italia acogió con satisfacción la decisión. Destacó que el yoga para cachorros era una experiencia “física y mentalmente estresante” para los animales. Según el experto en perros Giusy D’Angelo, los asistentes al yoga para perros corren el riesgo de dejarse llevar y adoptar a los animales. “La gente se ve inundada por una ola de emoción después de experimentar sensaciones de bienestar por la cercanía a los cachorros”, dijo D’Angelo. “Esto puede llevarlos a tomar decisiones sin reflexionar realmente sobre las implicaciones y consecuencias”. Además, advirtió que los animales utilizados en las clases a menudo no se transportan de manera segura y que a veces los organizadores no proporcionan suficiente agua para tomar.

La comunidad veterinaria y los profesionales del sector salud animal aplaudieron esta decisión, al destacar la importancia de adherirse a prácticas que promuevan el bienestar animal y respeten las normativas vigentes sobre la terapia asistida con animales. Con este paso, Italia refuerza su compromiso de ser un líder en la protección animal y el respeto por la vida de todos los seres vivos.

 

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