Victor vive en la ciudad de La Plata, adonde desarrolló e inventó “una máquina expendedora de choripanes, la cual logró patentar tras un largo camino de investigación y desarrollo y ha despertado interés y apoyo de reconocidas empresas”, publicó el diario El Día de esa localidad.
Una patente implica derechos de exclusividad legal sobre el invento, y supone altura inventiva a la vez que novedad, lo cual implica una innovación en el estado del arte. Ahora, esto se aplica a la venta de los populares chacinados que en Argentina se venden como emparedado.
“Lo que busco es la mayor calidad posible, va todo hermético, el pan y el chorizo. Pasa por lugares habilitados con todas las normas de habidas y por haber”, explicó el inventor al diario El Día.
La máquina expendedora de choripanes de manera automática estaría equipada con una mochila que almacena los ingredientes, los cocina y expende. Al parecer, el consumidor podrá elegir más jugoso, precocido o más seco, con el pan más tostado o más blanco.
La máquina expendedora de choripanes contará además con una pantalla táctil que emitirá publicidad y datos de transporte público y turístico, Wi-Fi propio, salidas USB para cargar celulares, botiquín de primeros auxilio, reconocimiento facial y de voz, más una app para celulares que desarrollaría la Facultad de Informática de la UNLP, reportó el portal 0221.
“Ahora solo resta que los inversores pongan el dinero para empezar a distribuir estos novedosos dispositivos que tiene desde una pantalla táctil hasta un software de reconocimiento facial y de voz”, publicó el diario citado.
Sobre el punto, cabe advertir que Argentina tiene una profusa legislación y también regula al choripán. La normativa es local, mayormente, y del orden de preparación y expendio: