Un productor de papas del norte de Dublín deberá pagar €88,000 a un cultivador vecino cuyas manzanas resultaron dañadas por un herbicida que se desplazó desde un campo hacia el huerto, así lo decidió la Corte Suprema.
En un fallo del viernes, el juez Anthony Barr encontró que Michael Hoey y Country Crest Farming Ltd eran legalmente responsables por dañar las manzanas cultivadas por John Donnelly and Sons Ltd en Oldcastle, al norte de Dublín, en 2011.
Aceptó la evidencia de los expertos testigos del demandante que indicaban que la buena práctica en ese momento requería que los herbicidas, como Spotlight Plus, que se utilizó en este caso, no se pulverizaran en condiciones de mucho viento ya que es mucho más probable que se deriven hacia áreas no objetivo.
Encontró que había viento el 10 de septiembre de 2011, con el viento soplando desde una dirección suroeste. El empleado experimentado de Country Crest, uno de los más de 400 de la firma, actuó negligentemente al pulverizar el químico en ese día, sostuvo el juez.
“Debería haber sido fácilmente aparente para él, si hubiera estado tomando precauciones razonables, que al llevar a cabo tales operaciones de pulverización, expondría a los propietarios de tierras vecinas a un riesgo previsible de lesiones”, agregó el juez Barr.
El juez dijo que un pulverizador de cultivos experimentado debería haber sabido esto, especialmente dado que el envase de Spotlight Plus llevaba una etiqueta de advertencia que indicaba que se debía evitar la “deriva del aerosol” ya que algunas plantas no objetivo son sensibles al químico.
John Donnelly and Sons afirmó que una gran parte de sus manzanas de 2011 no podían venderse en las tiendas al público como estaba previsto ya que tenían manchas visuales, dijo el juez. En cambio, dijo, las manzanas tuvieron que venderse para procesamiento y para sidra, lo que causó que la empresa perdiera €88,243 en ganancias.
El operador del negocio familiar, Donnacha Donnelly, afirmó que observó pulverizaciones en el campo de Country Crest el 10 de septiembre y se sorprendió de que ocurriera en ese día debido a los fuertes vientos.
Dijo que notó manchas en muchas de sus manzanas el 17 de septiembre de 2011, siendo esto más prevalente cerca del límite del campo de los demandados. Dijo que el lado interior de las manzanas que miraban hacia el tronco del árbol y las porciones cubiertas por hojas apenas se vieron afectadas.
El juez dijo que Hoey y Country Crest reconocieron que hubo daños en las manzanas pero alegaron que estaba distribuido uniformemente en todo el huerto de 70 acres. El daño por la deriva del aerosol, dijeron los demandados, dejaría un patrón desigual. En cambio, alegaron que Donnelly aplicó excesivamente cloruro de calcio a las manzanas en julio y agosto de 2011.
Hoey, quien fundó su empresa en 1993 con su hermano, dijo que él y un empleado fueron a la granja de Donnelly después de ser contactados sobre las manchas. Le dijo al tribunal que notó que el daño parecía ser uniforme en las manzanas, con muy poco daño en las hojas.
Sus aseguradores inicialmente se encargaron de la defensa de la demanda, pero, después de recibir dos informes de expertos, más tarde optó por no reclamar bajo su póliza ya que quería defender completamente el caso, dijo el juez.
El juez Barr aceptó la evidencia de Donnelly y otro testigo del demandante de que fue un día muy ventoso. Dijo que recordaron haber asistido a la celebración del bautizo de su sobrino ese día cuando una carpa en el jardín fue parcialmente derribada. Esta evidencia fue respaldada por datos de la estación meteorológica del Aeropuerto de Dublín.
Encontró como un hecho que el daño al huerto fue más severo en áreas más cercanas al campo de papas.
Considerando todos los hechos juntos, se persuadió de que, en el balance de probabilidades, el daño fue causado por la deriva del aerosol.
Ordenó un fallo de €88,243 a favor del demandante. El juez dio una opinión preliminar de que el demandante tiene derecho a que se le paguen sus costos legales.