Anthropic pagará 1.500 millones de dólares en un acuerdo histórico por derechos de autor

Se alcanzó un acuerdo de conciliación que pasará a la historia del derecho de autor en Estados Unidos

Por Alan Wilder*


La startup de inteligencia artificial Anthropic alcanzó un acuerdo de conciliación que pasará a la historia del derecho de autor en Estados Unidos: pagará al menos 1.500 millones de dólares para resolver una demanda colectiva presentada por escritores y editoriales, quienes denunciaron que la empresa utilizó copias piratas de sus libros para entrenar a su modelo de lenguaje Claude.

El convenio, que aún debe ser aprobado por el tribunal del Distrito Norte de California, fija un resarcimiento de 3.000 dólares por obra para un universo estimado en 500.000 títulos, cifra que podría crecer a medida que se complete el listado de materiales involucrados.

Un precedente en la era de la IA

Se trata del primer acuerdo colectivo sobre inteligencia artificial y derechos de autor en Estados Unidos, lo que lo convierte en un hito con potencial impacto global. Según los abogados de los demandantes, el acuerdo “envía un mensaje claro a la industria: no es aceptable construir modelos de IA con material tomado de bibliotecas piratas como LibGen”.

Aunque Anthropic no admitió responsabilidad, reconoció que el arreglo es la vía más adecuada para cerrar la disputa. “Seguimos comprometidos con el desarrollo de sistemas de IA seguros que ayuden a las personas y a las organizaciones”, señaló la empresa en un comunicado.

La cuestión del “uso justo”

El juez William Alsup había fallado en junio que el entrenamiento con libros podía considerarse “uso justo” (fair use) en tanto las copias fueran adquiridas legalmente. Sin embargo, la investigación reveló que Anthropic descargó millones de obras de repositorios ilegales y las conservó en sus bases de datos, lo que abrió la puerta al reclamo colectivo.

Este matiz es central: la doctrina del fair use protege el uso transformador de materiales protegidos, pero no ampara la utilización de copias obtenidas por vías ilícitas.

Impacto en el futuro del sector

La compensación beneficiará principalmente a las editoriales, que luego deberán distribuir los pagos a los autores, un proceso que podría demorar varios meses. Para especialistas en derecho digital, el acuerdo sienta un precedente regulatorio y económico que afectará a otros litigios en curso contra compañías como Meta o desarrolladores acusados de utilizar obras sin licencia en sus sistemas de IA.

Además, Anthropic aún enfrenta procesos judiciales iniciados por grandes discográficas, entre ellas Universal Music Group, que la acusan de haber usado letras de canciones descargadas vía BitTorrent para entrenar a su chatbot.

El marco legal argentino

En la Argentina, la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual protege a los autores de obras literarias, científicas y artísticas, estableciendo que toda reproducción, distribución o adaptación requiere autorización expresa del titular de los derechos. A diferencia de la figura del fair use estadounidense, el sistema argentino reconoce “derechos patrimoniales exclusivos” para los autores, con excepciones muy limitadas (por ejemplo, uso privado, citas breves o fines educativos).

Esto significa que, en nuestro país, el entrenamiento de modelos de IA con libros pirateados —o incluso con copias adquiridas sin licencia de uso para ese fin específico— podría considerarse una violación directa a los derechos de autor, habilitando reclamos judiciales inmediatos tanto de autores como de editoriales.

El acuerdo alcanzado en Estados Unidos marca un antecedente que seguramente repercutirá en la discusión local, donde aún no existen regulaciones específicas sobre el uso de obras protegidas en el desarrollo de inteligencia artificial. Sin embargo, la protección amplia de la Ley 11.723 ofrece a los creadores argentinos una herramienta legal sólida frente a posibles conflictos similares.

Posibles juicios en cadena

El acuerdo no pone fin al debate. De hecho, especialistas anticipan que podría abrir la puerta a nuevos litigios contra otras compañías tecnológicas, como Meta, que habrían recurrido a las mismas prácticas en sus primeras etapas de entrenamiento de modelos de inteligencia artificial.

La justicia estadounidense fijó un criterio: entrenar una IA con libros protegidos puede considerarse “uso justo” únicamente si las copias fueron adquiridas legalmente. En el caso de Anthropic, las investigaciones confirmaron que las obras habían sido descargadas de la plataforma de libros piratas LibGen, lo que dejó sin margen de defensa a la empresa y habilitó la demanda colectiva.

*✍️ Alan Wilder es abogado informático y docente en la UBA en la materia “Abogacía Digital y Tecnologías Emergentes”, liderada por la Prof. Carolina Arias. Podés ver más análisis y contenidos relacionados en @abogaciadigitalytecnologias.