En un caso peculiar, un tribunal de Taiwán condenó a una madre de 64 años a pagar 5.000 dólares taiwaneses (aproximadamente 150 dólares estadounidenses) a su hijo de 20 años por deshacerse de su valiosa colección de manga, específicamente de la serie Attack on Titan. El conflicto familiar, que derivó en una demanda judicial, se originó cuando la madre, sin el consentimiento del joven, tiró a la basura 34 volúmenes de esta icónica obra.
El conflicto familiar
Según reportó el Taipei Times, el hábito del joven de coleccionar mangas fue durante años un motivo de tensión entre madre e hijo. La madre alegó que el joven se negaba a deshacerse de los cómics, ocupando un espacio que, según ella, ya no estaba disponible en su hogar. En febrero, sin llegar a un acuerdo, la madre decidió tirar los mangas, argumentando que algunos de los volúmenes ya mostraban signos de moho debido a la humedad en la habitación del joven.
Este hecho enfureció al hijo, quien consideraba la colección no solo un pasatiempo, sino una inversión. Muchos de los volúmenes de Attack on Titan, escritos e ilustrados por Hajime Isayama y publicados entre 2009 y 2021, se han vuelto raros y difíciles de conseguir, lo que aumenta su valor en el mercado.
La decisión judicial
El joven decidió demandar a su madre por destrucción de propiedad, y el caso llegó a los tribunales. Durante el juicio, el hijo defendió la importancia emocional y económica de su colección, argumentando que la serie Attack on Titan tiene un alto valor sentimental y que algunos de los volúmenes eran casi irremplazables.
A pesar de los intentos de la madre por justificar su decisión, el juez falló a favor del hijo, declarando a la mujer culpable de destrucción de propiedad y fijando la indemnización en 5.000 dólares taiwaneses. Si bien la cantidad no cubre el valor total de los volúmenes perdidos, representa una compensación simbólica por el daño causado.
La relevancia del manga en la cultura y el coleccionismo
Attack on Titan, una de las series de manga más influyentes de la última década, sigue siendo un referente cultural a nivel global. Con volúmenes que pueden alcanzar precios elevados en el mercado de coleccionistas, esta obra de Hajime Isayama ha ganado seguidores apasionados en todo el mundo. Para muchos fanáticos, coleccionar mangas no es solo un pasatiempo, sino una forma de preservar y celebrar una parte importante de la cultura contemporánea.
Este caso pone de relieve el valor que los coleccionistas otorgan a sus bienes, y cómo, para algunos, estos artículos van más allá del entretenimiento, representando inversiones personales y emocionales. En este contexto, la sentencia subraya la importancia del consentimiento y el respeto por la propiedad ajena, incluso en relaciones familiares.