El derecho al matrimonio ha sido una de las luchas más significativas en la historia de los derechos civiles. A lo largo de décadas, la comunidad LGBTQ+ ha enfrentado barreras legales y sociales para obtener el reconocimiento de sus uniones. La anulación de la Defense of Marriage Act (DOMA) en 2013 y la histórica sentencia de la Corte Suprema de EE.UU. en 2015 con el caso Obergefell v. Hodges marcaron un antes y un después en la consolidación del matrimonio igualitario en los Estados Unidos.
De la Injusticia a la Igualdad: Un Camino de Décadas
Los Primeros Pasos: De la Invisibilidad a la Resistencia
Antes de la década de 1970, las personas LGBTQ+ vivían en la marginalidad y enfrentaban la criminalización de su orientación sexual. Un punto de inflexión ocurrió con los Disturbios de Stonewall (1969) en Nueva York, cuando miembros de la comunidad LGBTQ+ se enfrentaron a la represión policial. Aunque en sus inicios la lucha se centró en la despenalización y la visibilidad, el derecho al matrimonio se convirtió en un reclamo central con el tiempo.
En 1971, se registró la primera solicitud de matrimonio entre personas del mismo sexo en Minnesota, aunque fue rechazada. A partir de la década de 1990, diversos estados de EE.UU. comenzaron a reconocer ciertas uniones civiles, pero el avance generó una reacción conservadora que llevó a la promulgación de la Defense of Marriage Act (DOMA) en 1996
La Defensa del Matrimonio (DOMA): Un Obstáculo a la Igualdad
Firmada por el presidente Bill Clinton, DOMA estableció que, a nivel federal, el matrimonio era únicamente entre un hombre y una mujer. Además, permitía a los estados no reconocer matrimonios entre personas del mismo sexo realizados en otras jurisdicciones. El impacto fue devastador, ya que negó a las parejas del mismo sexo más de 1.000 beneficios federales, incluyendo:
Derechos de herencia y exención de impuestos.
Beneficios de seguridad social.
Cobertura médica para cónyuges en programas federales
Pese a este revés, la comunidad LGBTQ+ intensificó su lucha a través de los tribunales.
El Principio del Fin de DOMA: Caso Windsor (2013)
En 2009, la ACLU (American Civil Liberties Union) presentó una demanda en nombre de Edith Windsor, quien debió pagar más de 360.000 dólares en impuestos sucesorios tras la muerte de su esposa, ya que su matrimonio no era reconocido a nivel federal.
El caso llegó a la Corte Suprema, que en 2013, en una votación de 5-4, declaró inconstitucional la sección clave de DOMA en United States v. Windsor. El fallo estableció que negar reconocimiento federal a matrimonios entre personas del mismo sexo violaba la Quinta Enmienda, garantizando igualdad ante la ley
El Último Paso: La Victoria en Obergefell v. Hodges (2015)
A pesar del fallo en Windsor, el matrimonio igualitario no era legal en todo EE.UU. La lucha culminó con el caso Obergefell v. Hodges, que consolidó el matrimonio igualitario en todo el país.
El 26 de junio de 2015, la Corte Suprema falló 5-4 a favor del matrimonio igualitario, declarando que la prohibición de estos matrimonios en ciertos estados era inconstitucional. El juez Anthony Kennedy escribió en su fallo:
“El derecho a casarse es fundamental porque sustenta la unión de dos personas en un compromiso profundo. No puede negarse a ninguna pareja simplemente por su orientación sexual”.
Este fallo garantizó que todos los estados debían reconocer y permitir matrimonios entre personas del mismo sexo, consolidando uno de los mayores triunfos de los derechos civiles en la historia de EE.UU
Argentina: Pionera en América Latina en el Matrimonio Igualitario
Mientras en EE.UU. la lucha por el matrimonio igualitario avanzaba en la década de 2010, Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en reconocer este derecho en 2010, con la sanción de la Ley 26.618.
El Código Civil y Comercial de la Nación, vigente desde 2015, incorpora en sus artículos 401 a 445 el reconocimiento del matrimonio igualitario, asegurando los mismos derechos para todas las parejas.. Además, las uniones convivenciales, reguladas en los artículos 509 a 528, otorgan protección legal a parejas que no deseen casarse.
Diferencias clave en Argentina
Derecho a la herencia: En un matrimonio, la pareja hereda automáticamente, mientras que en una unión convivencial debe hacerse un testamento.
Patrimonio compartido: El matrimonio implica un régimen patrimonial regulado por la ley, mientras que en la unión convivencial se pueden hacer pactos específicos.
Beneficios previsionales y de salud: Ambos modelos de unión permiten acceder a beneficios estatales, aunque las uniones convivenciales requieren acreditación.
Argentina ha servido como referente internacional, consolidándose como uno de los países más progresistas en materia de derechos LGBTQ+.
fuente: https://jimsfieldnotes.beehiiv.com/p/why-the-right-to-marry-matters