Novedades del derecho y las leyes argentinas para el ciudadano

La ley usada, la buena fe y el derecho

Sobre el tema de la ley de defensa del consumidor, lealtad comercial u el caso de los alfajores, algunas reflexiones

Derechos y leyes

En Argentina la ley a veces perdió seriedad, a nivel social. Entonces y como no siempre se aplica parejo, o la perdemos, toda acción para hacerla cumplir se tilda en forma negativa.

Esto también se aplica a la educación en derechos, a charlar de lo legal, con casos prácticos. Lo que sucede es que nadie respeta la senda peatonal, por ejemplo. Entonces hacer cumplir esto implica ser “policía”, multar a quien pone en peligro el paso es de carancho.

Muchos ven esto así y contribuye aún más a la anomia, cuyas causas bien estudió Nino ya en la década del 80, con el retorno a la democracia.

No nos tomamos en serio la ley,  ni los derechos. Ni el origen de la ley que debiera ser también democrático, con un debate racional, mayorías y minorías representadas.

También está el abuso de la ley, gente que quiere sacar ventaja, aquello que se llama “industria del juicio”. A veces es desmedida, aprovechar el error ajeno, eso no está bien ni es moralmente deseable. Por eso la ley también dice que si la oferta es irrisoria, no puede ser exigida, porque habría mala fe. Es un tema de prueba. Escribí del tema acá. Lo mismo pasa si es un chiste, y claramente es un chiste.

Alfajores Affaire

Con el tema alfajores, es relativo. Por un lado la promoción era ambigüa. ¿Era claro si se trataba de un chiste o no? Segundo, si se interpreta que es un chiste, no habría oferta válida, y por ende no se aplica la ley que habilita al consumidor a pedirla.

Segundo, el propósito es educación, aprender.  Por otro lado se aclaró que si se trata de un chiste, es otra la regla, en tal caso no habría directamente promoción. Seguramente la empresa alegue esto en su defensa ante defensa del consumidor.

Quienes tildan a los abogados de buscapleitos o de querer generar un daño no ven esa segunda regla y que se aclaró. Siempre se remarca que el derecho tiene un marco moral y ético, y las herramientas que da deben ser usadas con ese fin.

Pero algunos liberales critican esto, como si el mercado y las empresas no debieran internalizar los costos. En Estados Unidos se hubieran comido una acción de clase millonaria, y no son precisamente un país comunista. Aunque también es cierto que hay abusos de litigios, y hay algunos casos claros de demandas millonarias, improcedentes.

El objetivo siempre es el aprendizaje, es que cuando un comercio publica un producto A entregue A, que luego no puede decir “no tengo stock” porque ya hay un contrato de compraventa, salvo fuerza mayor, o debe indemnizar. Lo mismo con la publicidad engañosa. Hay casos de etiquetado poco claro.

De ahí que multen a la empresa de alfajores por esto hay un trecho, eso puede ser ya excesivo en este contexto, y hay que analizar el sumario. Puede caber algún otro tipo de acción pero lo cierto es que desde la empresa ya pidieron disculpas, el chiste les salió mal y lo corrigieron, e incluso ofrecieron resarcimiento.

Hubiera sido una buena oportunidad para debatir los alcances de un chiste, el humor, cuándo hay publicidad engañosa, o no. Pero la cuestión se dividió entre los pro empresas, y los pro consumidores, una nueva grieta. Claro, las empresas ya están agotadas de regulaciones e impuestos. Esto también es verdad. Entonces cualquier cuestión agita ese fantasma.

Igual todo sirvió. Por un lado, aprendimos ese derecho, porque hay empresas que de verdad y no en chiste lo desconocen. Por ejemplo cuando publican fotos de frutillas en el yogur, y no tiene frutillas… Justo en el caso de alfajores, sí son de chocolate y no de cobertura.

Es que no solo el consumidor está interesado en una ley pareja, aplicada de buena fe y con buenas prácticas comerciales, sino el mercado y la sana competencia. Algunos que se dicen liberales parecen omitir esto.  La promoción puede ser un chiste, pero es hora de que aprendamos a tomar la ley en serio.

 

 

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