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Criptomonedas y neometalismo ¿De qué estamos hablando?

La autora presenta dos expertos y sus exhaustivas explicaciones del nuevo mundo financiero digital: de las criptomonedas.

Por Oriana Rivas


La economía como la conocemos hoy, está a punto de cambiar. Las monedas digitales podrían ser tan poderosas como el oro y convertirse en un ahorro más confiable. Pero en el medio hay retos y advertencias legales importantes. Dos expertos nos explican de qué trata.

Mariana es una entusiasta de las criptomonedas, de esas que los expertos llaman “ahorradora”. Opina que las monedas digitales, como el bitcoin, prometen un futuro distinto para su bolsillo y para la economía mundial. Las posibilidades son infinitas. Pero por ahora, se enfoca en guardar su dinero en monedas digitales.

Y es que el universo de las monedas digitales se expande con el pasar de los años. Muchos incrédulos vieron en el año 2008 la creación del bitcoin de la mano de Satoshi Nakamoto y pasados 12 años, ven la diferencia. Hoy el valor de la conocida criptomoneda supera los 40.000 dólares, sin ignorar los altibajos padecidos en el medio.

La moneda de intercambios en red evolucionó a fuente de ingresos, años después a los Token No Fungibles (NFT, en inglés) e incluso en las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO, en inglés). Temas aparte en los cuales habría que ahondar mucho más. Pero lo que llamó la atención de Mariana fue cuando escuchó sobre el “neometalismo” y su relación con las criptomonedas.

Los neometalistas argumentan que las criptomonedas, y en particular bitcoin, deben ser el nuevo oro: usarse para fijar la oferta monetaria al valor de este nuevo activo. Tal como explicaron Rufus Pollock, economista y Stephen Diehl, ingeniero de software en un conversatorio disponible en Youtube. Es decir, por cada euro o dólares, habría respaldo en bitcoin.

“Pero pará ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo me afectaría? ¿Qué pasa si el bitcoin vuelve a bajar de precio y pierdo mis ahorros?”, pregunta la ingeniera de 31 años.

Para resolver las dudas de Mariana, en Derecho en Zapatillas consultamos a dos expertos. Uno que apuesta por las criptomonedas como protagonista de la economía del futuro, y otro que difiere de esos vaticinios. Con base en sus argumentos los ahorristas podrán hacerse una opinión propia de lo que está por venir y si realmente las monedas digitales van a cumplir lo que prometen. Argentina, no escapa de las proyecciones.

 

Criptomonedas, neometalismo y libertad financiera

Para empezar, la posición neometalista afirma que el patrón de oro es bueno. Pero ¿qué es el patrón oro? Aquellos interesados en la historia de la economía mundial y las leyes que rigieron en tiempos pasados, deberán saber que ese patrón entró en vigencia en el siglo XIX.

La norma establecía que la impresión de billetes desde la Reserva Federal de Estados Unidos podía pagarse en metal. Básicamente, oro. Quiere decir que no habían billetes o monedas en dólar americano que circularan que no pudieran respaldarse con metal. Pero la regla se fue debilitando hasta extinguirse en 1971.

Décadas después el bitcoin nació y evolucionó. No la emite ningún gobierno (principio de libertad financiera), lo cual la fortalece y al igual que el oro, su número es limitado. Bitcoin tiene un límite de 21 millones de monedas y hasta ahora se han minado 19 millones, restricción escrita en el código fuente de BTC por su creador. 

No obstante, no puede faltar el “pero”. Antes de que el neometalismo se convierta en realidad, primero hay que recordar que las criptomonedas aún no sirven como medio de intercambio para comprar cosas, productos o pagar servicios. Así que todavía no podés ir por un cortado y pagar con bitcoin. Faltan años para eso.

 

Oro para guardar ahorros

Miguel Velarde es economista y asesor político. Para él, una de las fortalezas que adoptaron las criptomonedas es que se han convertido en una reserva de valor, más similar al oro que a cualquier otra moneda.

Es como si Mariana pensara: “Compro oro porque gana valor en el paso del tiempo. Prefiero tener oro en lugar de pesos argentinos, bolívares venezolanos e incluso dólares americanos. Es mejor tener mi patrimonio o ahorros en ese metal”. En la actualidad, estaríamos hablando de criptomonedas.

“Hay quienes están especulando con la posibilidad de que cuando finalmente se dé esa transición hacia las criptomonedas y estas tengan un valor con menor volatilidad, mayor estabilidad y adopción en el mundo, se podrían usar como garantía de las monedas digitales que circulen en el mundo. Es decir, podrías tener un euro o dolar digital que tengan respaldo en bitcoin”, explica. No obstante, aún el mundo no llega a ese momento.

¿Otra ventaja del bitcoin sobre el oro? “No está sujeto a los mismos costos de almacenamiento y transporte”, argumentaron por su parte Pollock y Diehl. Solo basta transferirlos desde internet.

 

“Una enfermedad contagiosa”

Las críticas que reciben las criptomonedas no son secretos para nadie. Después de todo, su valor es muy volátil. Esa y otras razones hacen que para el famoso inversor y filósofo, Nassim Nicholas Taleb, sean “una enfermedad contagiosa”.


A inicios de este año dijo que el bitcoin no satisface la noción de “moneda sin gobierno” ya que “ha demostrado que ni siquiera es una moneda”.

“No puede ser un depósito de valor ni a corto ni a largo plazo (su valor esperado no es superior a 0), no puede funcionar como una cobertura fiable contra la inflación y, lo peor de todo, no constituye, ni siquiera remotamente, un refugio seguro para las inversiones”.

Dinero, violencia y justicia

Taleb no es el único de los expertos que difiere de las criptomonedas y por ende, del neometalismo. Ángel García Banchs, PhD en Economía y director de la firma Econométrica residenciado en Madrid., explicó su visión a Derecho en Zapatillas.“No es el dinero un problema tecnológico ni de preferencias. Es un problema de violencia y de justicia”, argumentó. “El Estado siempre ha decidido qué es el dinero, y lo decide cuando determina con qué se pueden pagar los impuestos”.

La etimología indica que la palabra “soldado” viene del latín solidus, que era una moneda romana. “Sueldo” también tiene ese origen. Mientras que la palabra “pagar” viene de pacare que significa “apaciguar”.

Moneda Romana; nota cristomonedas

Sea sal como en la época de los romanos, o billetes como es actualmente, el dinero aparece entonces como elemento de pacificación. “Tú pacíficas al soldado con un sueldo, que es un pago en dinero para que este no tenga que venir a buscar su remuneración en la sociedad saqueando el producto. Por ejemplo, metiéndose en el terreno a tomar el producto de la agricultura”, explicó García Banchs.

La explicación es necesaria porque si bien la tecnología monetaria “es una criatura del mercado y del individuo privado”, el dinero resultaría entonces una criatura del Estado. 

“Este asume la nueva tecnología, aprende de ella, la internaliza y la apropia. Y hace lo que tenga que hacer para controlar el monopolio sobre el dinero porque sin este es imposible pacificar o tener los otros dos monopolios: el de la violencia y el de la justicia”.

El economista prosigue. “La tecnología y preferencias han variado pero siempre el Estado se hace del control de la nueva forma de hacer y producir dinero. Y controla eso porque no tiene forma de garantizar la pacificación —y por tanto los ejercicios de los monopolios de la violencia y de la justicia— sin el control sobre el dinero”.

Estimaciones apuntan a que en dos o tres años va a comenzar a aparecer el dólar pero en forma criptográfica. Lo mismo con el euro. Y van a convivir con las criptos del sector privado por algún tiempo ¿Por qué? “Porque al Estado le interesa el desarrollo de este ecosistema que después se va estar conectando con el sistema bancario”.

De forma que el neometalismo basado en el bitcoin, tal y como hoy lo conocemos, podría no prosperar.

 

El Banco Central, la figura legal de la discordia 

Ahora bien, el principio de libertad financiera de las criptomonedas choca con las normas de los bancos centrales de cualquier país ya que estos regulan la política económica. 

Para el economista Miguel Velarde, el gran problema que tienen los bancos centrales —y por eso la criptos se presentan como “la gran solución”— es que “están muy influenciados por la política del momento”. El ejemplo está en la emisión de billetes.

“Esa es una de las variables que más genera inflación en el país. Lo conocemos bien en Venezuela, Argentina e incluso Estados Unidos. Ahí están reportando inflaciones anuales mayor al 7%. La Reserva Federal está imprimiendo más dinero del que debería y eso hace que la moneda pierda valor, lo que genera inflación”, detalló. Aquel respaldo de metal por cada dólar, se esfumó.

Velarde recuerda que al final la inflación es el peor veneno para cualquier economía.

20 dólares; Nota de Criptomonedas

Pero Angel García Banchs también ofrece argumentos. “Claro que sí choca la concepción de las criptomonedas con la del Banco Central, pero el resultado es harto conocido. Tenemos toda una historia monetaria conociendo el resultado. El que tiene el monopolio de la violencia y la justicia es el que tiene la posibilidad de cobrar los impuestos y de encarcelar, expropiar o confiscar para garantizarse el monopolio”.

La Ley 24.144 Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina cita lo siguiente en su artículo 3:

El banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social.

 

¿Qué pasa con la Argentina?

Curiosamente las criptomonedas y finanzas descentralizadas tienen opciones de ser adoptadas mucho más rápido en los países con más problemas, dice Velarde. Justamente porque esos problemas para los que serían soluciones son mucho más graves en países como Argentina donde “hay menor estabilidad y menor independencia de los bancos centrales, mayor emisión de su moneda, mayor pérdida de su valor e inflación”.

“A todos estos problemas, la adopción de criptomonedas puede ser una solución”.

Recientemente, JPMorgan, una de las empresas financieras más reconocidas del mundo y uno de los mayores críticos al bitcoin, admitió que el bitcoin “muestra cierto mérito como reserva de valor”. 

En la Argentina todavía no hay una regulación puntual ni mecanismo central de supervisión. Aunque el Gobierno emitió en diciembre del año pasado el decreto 796/21 para asignar el impuesto a los créditos y débitos bancarios, conocido como impuesto al cheque.

 

Sin embargo, algo es seguro: las criptomonedas gusten o no, existen y siguen evolucionando. Mariana podrá seguir ahorrando en la que más le genere confianza, pero debe estar atenta a las novedades y futuras regulaciones.

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