Pidió que su perra salchicha sea reconocida como “integrante no humana de su familia”
El animal tiene una delicada situación de salud y demanda atención especial y constante. Su dueña realizó el pedido luego de que le rechazaran una licencia para cuidarla. Mascotas En Zapatillas
Por Alan Wilder
Dharma es una perra salchicha de 9 años y tiene un delicado problema de salud que requiere cuidados especiales y constantes. Por eso, y luego de que le rechazaran la solicitud de una licencia para cuidarla, se acudió a una inusual medida: que sea reconocida como integrante no humana de la familia.
Esto nace luego de que le rechazaran el pedido de licencia a su cuidadora para estar asistiendo al animal que tiene un delicado estado de salud. La perrita, según explicaron, requiere cuidados constantes y por eso necesitaba ausentarse en su trabajo porque es la única persona responsable de su cuidado.
“Dharma es mi única familia, mi contención emocional, mi hija verdaderamente. Ella necesita de mí, tanto como yo necesito de ella”, se sostuvo. Contó que Dharma dejó de comer con normalidad y decidió llevarla al veterinario que, tras una serie de estudios, comprobó que la perrita sufre de un problema renal crónico, complicaciones en el páncreas, piedras en la vesícula y un coágulo en el abdomen.
“Yo hago un trabajo puramente intelectual, no hago trabajo de campo, de manera que puedo hacerlo desde cualquier lugar. Puedo hacer home office y llevarla a las internaciones y hacerle el seguimiento”, sostuvo.
Continuó explicando de la medida: “Se trataba de un pedido de manera preventiva: que en caso de urgencia o necesidad yo pudiera disponer de hacer trabajo domiciliario para poder atenderla o tomar una licencia como cualquier empleado cuyo hijo humano tenga un problema de salud grave”.
Fundamentos del reconocimiento de la mascota como miembro de la familia
La responsable del animal acudió a organizaciones especializadas en derecho animal y se asesoró con tres abogadas para acompañar su pedido con argumentos legales.
“A principios de este año tuve que internarla. Tenía que dejarla temprano en la mañana y retirarla por las noches, así día tras días. La pasamos muy mal, ella sufriendo, yo también, y jornadas enteras sin dormir. Hablé con mis jefes y les planteé la situación, pero la desestimaron”, detalló a Página 12.
Como empleada estatal, podía pedirse seis días al año por cuestiones personales y no más de dos por mes, pero la compleja situación de Dharma implicaba más y entonces pensó en pedir la incorporación legal de la perrita salchicha como “integrante no humana de su familia multiespecie”.
Buscó asesoramiento jurídico especializado en derecho animal en Buenos Aries y luego en Salta, a fin de realizar las presentaciones pertinentes. La respuesta fue que el convenio colectivo de trabajo no contempla este tipo de casos.
Antecedentes de mascotas como familia
La expresión “familia multiespecie” no es nueva, a raíz del proceso oral contra un policía de Chubut por el asesinato de la perra Tita, ocurrido en marzo de 2019. Cuando el juez le preguntó a la cuidadora de Tita, cómo estaba compuesta su familia, ella dio una definición: dijo que la suya es una familia multiespecie, que incluye a su pareja, sus hijos, sus dos perras y su gato.
Y el acusado enfrentó un juicio, acusado de infringir la Ley 14.346 de Protección Animal y de abuso de autoridad. Con esto se deja claro que los animales no humanos no son cosas, sino seres sintientes y, por lo tanto, sujetos de derechos, enrolándose de este modo en la tendencia jurisprudencial actual de abandonar la mirada binaria y simplista de «sujeto/objeto» y comenzar a ampliar derechos básicos en beneficio de los animales no humanos.
Lo que puede generar esta búsqueda de garantizar los derechos de la familia multiespecie es una evolución de los términos “animal no humano sujeto de derecho” y de “persona no humana”, que existen gracias a la jurisprudencia nacional, y que también tiene como objetivo salvaguardar el respeto a la vida, la libertad y dignidad de los seres sintientes no humanos sobre la base de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales de 1977.
La doctrina jurídica que en Argentina produjo fallos innovadores como el de la orangutana Sandra, la chimpancé Cecilia, la elefanta Mara y la puma Lola Limón.
En Salta hay un antecedente. En 2012, una mujer se convirtió en la primera mujer avalada por la Justicia como “madre multiespecie” y tutora legal de un perrito callejero a quien le explotó una bomba de estruendo en la boca. El dato resulta vital para que Silvia consiga su objetivo: que reconozcan a Dharma como integrante no humana de su familia.
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