¿Qué fue “The DAO” y cómo nos ayuda a entender el concepto de “hard fork”?
La cuenta de twitter Belo.app elaboró un hilo sobre DAO y los smart contracts de Ethereum
Ethereum nació en 2015 como una plataforma que permite a desarrolladores ejecutar contratos inteligentes sobre una cadena de bloques pública.
¿En qué consisten los contratos inteligentes?
Son piezas de código computacional que permiten, a partir del cumplimiento de ciertas condiciones fijadas de antemano, una determinada resolución.
Todo está en el código y no hay árbitros ni intermediarios en su ejecución.
Rápidamente ganó fuerza el concepto de “Organización Autónoma Descentralizada”, o DAO, por sus siglas en inglés: un tipo de entidad que se regiría a través de contratos inteligentes y no necesitaría de autoridades.
“The DAO”, también conocida como Genesis DAO, fue concebida en mayo de 2016 y se propuso como un fondo de capital para alentar el desarrollo en Ethereum.
Cualquier persona podría proponer un proyecto y recibir financiamiento para la realización de su idea.
Las personas tendrían poder de decisión a través del uso de sus tokens DAO sobre el financiamiento de proyectos y podrían beneficiarse de su posterior éxito, todo esto sin una autoridad central y garantizando libre acceso y control a quienes decidan invertir.
Durante su creación, las personas podrían enviar $ETH a una dirección para recibir a cambio tokens DAO para su uso en la plataforma.
El éxito no tardó en llegar, pese a ser una primera experiencia de este tipo, y recibió en total unos 12.700.000 ETH.
Sin embargo, el 17 de junio de 2016 una persona aprovechó una grave vulnerabilidad en el código de los contratos de The DAO y logró robar unos 3.600.000 ETH
La vulnerabilidad y el robo de un monto equivalente a US$ 50 millones por entonces desató discusiones dentro de la comunidad de Ethereum en torno a qué podía hacerse para subsanar el error y devolver el ETH a sus tenedores originales.
Una mayoría votó favorablemente a la idea de realizar un “hard fork” de la red: una actualización que revirtiera el estado de transacciones al momento previo a lo sucedido con The DAO y devolviera el monto a los depositantes.
Otro grupo se resistió a la actualización e insistió en que el robo era consecuencia de errores en los contratos de The DAO y, como tal, no debía ser subsanado.
Aunque atacantes se quedaran con los fondos, la inmutabilidad de la cadena debía prevalecer.
Así fue cómo la comunidad de Ethereum se dividió, por una actualización que no sería compatible para ambas partes, un “hard fork”.
Como consecuencia del “hard fork”, un grupo comenzó a minar bloques con la nueva actualización, mientras que el otro grupo permaneció minando la cadena original sin modificaciones
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