Fue a tribunales por visita escolar. Terminó presa

Una visita escolar rutinaria a un tribunal se convirtió en una experiencia traumática para una joven de 16 años, quien terminó vestida con ropa de prisionero y esposada.

El juez notó que la joven se estaba quedando dormida durante la audiencia y le advirtió: “Si te volvés a dormir en mi sala, te voy a llevar atrás, ¿entendido?”.

Poco después, el juez ordenó que la adolescente se cambiara a la ropa de prisión y se le colocaran esposas. El juez ustificó su acción diciendo: “Quería que esto se sintiera muy real para ella, aunque probablemente no había ninguna posibilidad real de que la enviara a la cárcel. Quería mostrarle lo serio que es esto y cómo debe comportarse dentro de una sala de audiencias”.

El juez también amenazó a la joven con enviarla a un centro de detención juvenil antes de liberarla. Su objetivo era llegar a los jóvenes para asegurarse de que no terminen enfrentándose a él en un juicio real.

La organización The Greening of Detroit, que organizó la visita, emitió un comunicado en el que señaló que la “joven fue traumatizada” y calificó los métodos del juez como inaceptables. “Aunque el juez intentaba enseñar una lección de respeto, sus métodos fueron inapropiados”, afirmó la presidenta Marissa Ebersole Wood. “El grupo de estudiantes simplemente debería haber sido invitado a abandonar la sala si él consideraba que estaban siendo irrespetuosos”.

Por su parte, la jueza Aliyah Sabree, quien ocupa el segundo puesto en el liderazgo del tribunal, emitió una declaración en la que señaló que la conducta de King “no refleja los estándares que sostenemos en el Tribunal del Distrito 36”. Sabree aseguró que abordaría el asunto con la mayor diligencia.

El juez King comentó que habló con los padres de la joven y se ofreció a ser su mentor, pero no hubo una respuesta inmediata a los pedidos de comentarios adicionales por parte de King o del juez principal del tribunal, William McConico, quien se encontraba fuera de la oficina.

Larry Dubin, profesor de derecho en la Universidad de Detroit Mercy, criticó las acciones del juez, señalando que “había muchas otras formas de ayudar a esa joven a aprender”.

Este incidente ha suscitado un debate sobre los límites del poder judicial y la responsabilidad en la enseñanza de lecciones a los jóvenes, especialmente en un entorno que debería ser educativo y no punitivo.