Polémica de la ley del libro: Desregulación vs. Protección del ecosistema literario

La reconocida periodista Flavia Pittella compartió la preocupación de la industria del libro, donde la mayoría de los actores, incluyendo libreros, editores y figuras destacadas en la cultura, se muestran en contra de la derogación propuesta. La discusión se intensificó con la participación de Marina Calabró, quien defendió la posición de desregulación, en Radio Mitre.

Alejandro Katz, ensayista, editor y fundador de Katz Editores, se unió al debate expresando su posición contraria a la propuesta de Milei. Destacó la importancia de la discusión y el debate democrático en la implementación de reformas significativas.

En tanto, para otras posturas, el precio del libre debe ser libre, y la regulación solo beneficiaría a un puñado de agentes y librerías protegidas. Veremos, el debate está abierto.

El origen de la ley y sus beneficios

En la perspectiva de Alejandro Katz, la ley del libro tiene antecedentes tanto locales como internacionales. En los años 90, con la expansión de las cadenas de supermercados, surgió la necesidad de regular el precio de los libros. Katz ejemplificó una situación en la que un supermercado, al tener un gran poder de compra, podía negociar con los editores y vender libros a precios considerablemente más bajos que las librerías.

Sin embargo, Katz argumentó que esta competencia por precio no tiene en cuenta la diversidad y complejidad de la oferta literaria. Mientras los supermercados se centran en los best sellers, las librerías, con sus vastos fondos editoriales, juegan un papel crucial al ofrecer una variedad más amplia de títulos, incluso aquellos que no tienen una alta rotación.

Desregulación vs. Protección del ecosistema literario

La propuesta de desregulación planteada por Milei ha suscitado preocupaciones sobre el impacto en las librerías, especialmente las más pequeñas, frente a las grandes empresas editoriales. La discusión se centra en si la competencia basada únicamente en el precio beneficia al consumidor, ignorando otros elementos esenciales del ecosistema literario.

Los defensores de la ley actual argumentan que la regulación del precio único protege la diversidad y el acceso a una oferta literaria amplia. Por otro lado, quienes abogan por la desregulación sostienen que permitir la competencia de precios beneficia al consumidor y fomenta la eficiencia del mercado.

El debate continúa, destacando la necesidad de una discusión profunda y reflexiva antes de realizar cambios significativos en la industria editorial y el acceso a la cultura literaria en Argentina. La democracia, según Katz, no solo implica elegir representantes, sino también involucrar a la sociedad en un diálogo constante para lograr mejores resultados.

Para ver el debate completo: