Una estudiante demandó a la aerolínea porque la tripulación le impidió viajar con su animal de apoyo emocional, un hámster de compañía llamado Pebbles. En su demanda, alega que no le dieron otra opción que tirarlo por el inodoro.
Los animales de compañía y la demanda por el hámster
Belén es una joven estudiante del Estado de Florida, EE.UU. Como estudia en Pensilvania compró un pasaje aéreo para volver a su casa. Según ella, le había preguntado a la aerolínea Spirit si le permitían viajar con Pebbles, su hámster de apoyo emocional, en la cabina. (Por normativa, tanto de Argentina como internacional, esto depende de la aerolínea y en última instancia del capitán de la aeronave).
La estudiante dice que la aerolínea le había dado el OK para embarcar a su hámster Pebbles pero que cuando se disponía a embarcar finalmente el personal de la aerolínea le prohibió subir con el mamífero Cricetidae y según ella hasta “le sugirieron que lo tirara por el inodoro”.
Con sus amigas del campus estudiantil a horas de distancia, Belén dice haberse quedado “estancada”. En pánico y con necesidad de volar de regreso a su casa pronto para lidiar con un tema médico, ella dice haber intentado alquilar un auto en el aeropuerto, sin éxito porque no había autos disponibles en esa época de temporada alta. Dijo haberse desesperado sin saber qué hacer con el pequeño animal.
También preguntó por un micro, Greyhound, pero hubiera tardado días. La estudiante dice que reflexionó unas cuatro horas antes de hacer lo impensado:
Tiró a su hámster por el inodoro y bajó la cadena.
La aerolínea, sin embargo, negó que sus empleados o tripulantes de cabina le hayan pedido que se deshiciera de su mascota. En tanto, Belén dice que no le quedó otra decisión porque pasaban las horas y ella no sabía qué hacer: “Pebbles’ tenía miedo. Yo tenía miedo. Era horripilante pensar en tirarla por el inodoro”, declaró al diario Miami Herald. Y agrega que lloró durante 10 minutos antes de tirar a su mascota por el inodoro.
Un vocer de Spirit Airlines ha reconocido que la compañía cometió un error al asegurarle que podía viajar con su hámster Pebbles; pero negaron terminantemente que la aerolínea le haya sugerido deshacerse del mamífero roedor en uno de los baños del aeropuerto:”Para ser claros: en ningún momento, ninguno de nuestros agentes sugirió a la pasajera que tirara el animal por el inodoro o lo lastimara”:
“To be clear, at no point did any of our agents suggest this guest (or any other for that matter) should flush or otherwise injure an animal”.
Esto pasó hace unos meses y ahora la estudiante se dispone a demandar a la aerolínea por presionarla a tomar una decisión “angustiante” respecto de un animal certificado por su médico como de apoyo emocional.
Pebbles, llamada como la hija pequeña de Pedro y Vilma Picapiedra, era la mascota que la acompañaba desde que hace un año. Este incidente ha tenido repercusión y se conoce semanas después de que se volviera viral la historia de Dexter, un pavo real de apoyo emocional, y su dueño, un artista a quien American Airlines no le permitió viajar con el animal.
Para un abogado, este caso del hámster es diferente, “este no era un enorme pavo real que podía poner en peligro a los pasajeros”, y agregó que “esta era una hámster pequeñita e inofensiva que podría caber en la palma de una mano”:
“This wasn’t a giant peacock that could pose a danger to other passengers. This was a tiny cute harmless hamster that could fit in the palm of her hand”.
A pesar de que la normativa federal del EE.UU. especifica que las aerolíneas deber permitir que los pasajeros que necesiten la compañía de un animal por algún tipo de problema certificado viajen con ellos, algo similar en Argentina, las empresas pueden decidir qué animales se quedan fuera, normalmente, caballos, arañas y serpientes, entre otros. Sí se han admitido como animales de compañía, además de los clásicos perros y gatos, ardillas y hasta ovejas.
En la demanda ella deberá probar que la aerolínea le impidió embarcar con el hámster; pero desde ya que eso no es equiparable a que la obligaran a deshacerse del animal de esa forma. Es decir, el pasajero debe demostrar que no tuvo otra posibilidad.
El hamster Pebbles vivías en su casa dentro de una pequeña jaula plástica, con una ruedita verde. Y siempre saludaba a su dueña que declaró: Era tan adorable, como si ella supiera cuando la necesitaba.”
Fuente: Miami Herald, El País.
After researching this incident, we can say confidently that at no point did any of our agents suggest this Guest (or any other for that matter) should flush or otherwise injure an animal.
— Spirit Airlines (@SpiritAirlines) February 8, 2018
Antes de viajar con mascotas
Siempre consultar a la aerolínea. Hay países con restricciones, por ejemplo, no está permitido el traslado de tu mascota desde/hacia: Islas Galápagos, Australia, Nueva Zelanda, Papeete e Inglaterra.
En todos los casos, la aceptación de tu mascota está sujeta a restricciones de sanidad y documentación establecida por la autoridad sanitaria de cada país. Ejemplo: para vuelos domésticos en Colombia es requisito presentar el carnet o certificación de vacunación, suscrito por un veterinario donde indique el número de su matrícula profesional.
En general, la mascota no puede pesar más de 45 kg. con el contenedor incluido, salvo con destino a Argentina, Europa y Oceanía dónde solo se permite un máximo de 32 kg.
Solo se permite el viaje de perros y/o gatos con el pasajero y debe tener un comportamiento dócil con otros. Siempre debe presentar un certificado del veterinario.