Novedades del derecho y las leyes argentinas para el ciudadano

Este país está pagando a los conductores de autos 4.000 euros por cambiarse a una bicicleta eléctrica

Se esfuerza por incentivar a los conductores urbanos a abandonar el coche y optar por formas de transporte más pequeñas y responsables con el medio ambiente

Por Alan Wilder

 

Francia va a empezar a pagarles 4.000 euros a quienes quieran cambiar su viejo y contaminante coche por una bicicleta eléctrica más limpia, eficiente y apropiada para la ciudad. Esto supone un importante aumento del incentivo destinado a mejorar las ciudades francesas.

Las bicicletas de pedales también están incluidas en este generoso paquete de incentivos, aunque las bicicletas eléctricas están contribuyendo a uno de los mayores saltos en el uso de la bicicleta en toda Europa y gran parte del mundo.

Como informa The Times, el incentivo de 4.000 euros se concede íntegramente a las personas con menores ingresos que viven en zonas urbanas de bajas emisiones. Los conversos a las dos ruedas más ricos recibirán un incentivo reducido acorde con su nivel de ingresos. Para quienes deseen comprar una nueva bicicleta eléctrica pero no estén dispuestos a renunciar a su coche, existe una subvención de hasta 400 euros.

Algunas ciudades tienen subvenciones a las bicicletas eléctricas aún más generosas. El ayuntamiento socialista-verde de París ofrece hasta 500 euros para la compra de una e-bike o una bicicleta plegable de pedales.

 

El mayor incentivo para las e-bikes en Francia

Francia se esfuerza por empujar a los conductores urbanos a abandonar el coche y optar por formas de transporte más pequeñas y responsables con el medio ambiente. En grandes urbes como París, la reducción del tráfico por el cambio a las bicicletas y los patinetes es quizá tan importante para muchos residentes como los efectos medioambientales.

En una ciudad como París, estos repartos de bicicletas eléctricas resultan cada vez más fáciles. La alcaldesa Anne Hidalgo ha adoptado un enfoque agresivo para hacer que la ciudad sea más amigable para los ciclistas, los peatones y, básicamente, cualquier forma de transporte alternativo.

Es una medida que se está haciendo más común en ciudades de todo el mundo, ya que los residentes exigen una planificación urbana más accesible.

El concepto de ciudades transitables diseñadas para dar prioridad a la movilidad de las personas sobre los coches ha dado lugar a peticiones de cambios en gran parte de Europa y Estados Unidos. En muchos casos, esto significa reutilizar los carriles para coches y los aparcamientos en la calle en carriles exclusivos para el transporte público o los carriles bici, así como ampliar las aceras y las calles peatonales.

Muchas ciudades prohíben los coches en el centro de la ciudad o introducen tarifas de congestión para desincentivar la conducción en las zonas urbanas más concurridas.

En Europa los incentivos para cambiar el auto por la bicicleta se ven en varios países

Europa también ha tomado la delantera en cuanto a los incentivos patrocinados por el gobierno para que los viajeros se pasen a los vehículos de dos ruedas como forma de restar importancia al papel de los coches en las ciudades. Algunos países han empezado a ofrecer incentivos fiscales que básicamente pagan a los ciudadanos por ir al trabajo en bicicleta en lugar de utilizar el coche.

Recientemente, Bélgica fue noticia al aumentar su incentivo para ir al trabajo en bicicleta a 0,25 euros por kilómetro, según la Asociación de Vehículos Eléctricos Ligeros.

Pero Bélgica no es el único país que ofrece dinero a cambio de ir al trabajo en bicicleta. Los Países Bajos ofrecen casi lo mismo, y el Reino Unido aún más. Según el Foro Económico Mundial, los ciclistas británicos que utilizan la bicicleta para ir al trabajo reciben un subsidio de unos 0,26 dólares por kilómetro.

 

Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.