Dueño de propiedad deberá indemnizar a un inquilino por desalojar y arrojar sus pertenencias
Una acción por desalojo sale mal, no se puede hacer justicia por mano propia
La propietaria del inmueble alegó que retiró las pertenencias del hombre debido a que no había celebrado un contrato de alquiler (locación de vivienda) verbal o escrito con él. Sostuvo que la casa había sido alquilada a una mujer que viviría allí con su sobrina, pero que habría abandonado la residencia 20 días después de ocuparla. Así que sacó todas sus cosas y a la calle.
Ahora, la propietaria de esa vivienda deberá indemnizar al inquilino después de haber ingresado ilegalmente a la residencia alquilada, cerrado el portón y dejado las pertenencias del hombre en la acera (vereda).
En el caso, la mujer indicada por la propietaria del inmueble se presentó como la esposa del hombre desalojado. Ella relató que mientras viajaba para cuidar a un familiar, su esposo le informó sobre el desalojo forzado de la vivienda. También afirmó que ella había gestionado el alquiler del inmueble junto con su esposo y que él había realizado el primer pago del alquiler. Otros testigos confirmaron que el cónyuge residía en la casa en cuestión y que un día todos sus bienes fueron colocados en la acera.
Esta decisión unánime fue emitida por la 2ª sala de apelaciones del Tribunal de Justicia de Santa Catarina (TJ/SC), que, al considerar justa la indemnización fijada por el tribunal de primera instancia, aumentó el valor de los daños morales de R$ 2 mil a R$ 5 mil.
En primera instancia, la jueza de Derecho Luísa Rinaldi Silvestri, del Juzgado Especial Civil y Penal de Brusque/SC, condenó a la propietaria a indemnizar al hombre con R$ 2 mil por daños morales. La magistrada resaltó en la sentencia que al retirar las pertenencias de la vivienda y cerrar el portón, la demandada había recurrido a medios abusivos para forzar la rescisión del contrato, infringiendo varios artículos de la ley de arrendamientos (ley 8.245/91).
“En este caso, la gravedad de la ofensa, la invasión de la propiedad alquilada y la extracción de las pertenencias del demandante, supera los desagrados propios de la vida cotidiana, generando un daño moral indemnizable evidente”.
Tanto la propietaria como el hombre apelaron la sentencia: la primera para argumentar la falta de daños morales debido a la supuesta falta de condición de residente del demandante, y el segundo solicitando un aumento de la indemnización por daños morales y una indemnización por daños materiales.
El magistrado Reny Baptista Neto, relator del recurso, solo otorgó parcialmente la pretensión del inquilino y aumentó el valor de los daños morales de R$ 2 mil a R$ 5 mil.
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