Fue a cargar nafta y la rociaron con gasolina. Ahora deben indemnizarla
Un caso de responsabilidad civil por daños y perjuicios por mal manejo del surtidor en la Estación de Servicio
El 17 de julio de 2021, la adolescente, que entonces tenía 16 años, iba con algunas amigas a un servicio religioso. El conductor del grupo se detuvo en la estación de servicio para cargar combustible. Al pasar con la manguera de combustible cerca de la ventana del pasajero, en la parte trasera del vehículo, el empleado de la estación, que era nuevo en su trabajo, permitió que un chorro de gasolina golpeara el rostro de la chica.
La adolescente entró en shock y desencadenó una crisis epiléptica. Fue hospitalizada con dolor de cabeza, náuseas, mareos y dolor abdominal. Representada por su madre, la estudiante presentó una demanda solicitando una indemnización por daños morales.
La empresa argumentó que no se cumplían los requisitos que fundamentarían la obligación de indemnizar, ni había documentación hábil que pudiera demostrar que el incidente llevó a la adolescente a una crisis epiléptica. La estación de servicio solicitó que se desestimara la solicitud.
En primera instancia, se negó la solicitud de indemnización. La razón fue que no había evidencia en el expediente que relacionara la crisis epiléptica con el incidente en la estación de servicio. Además, se consideró que no se había infligido el honor y la dignidad de la adolescente, y que el incidente no había causado un dolor, humillación o angustia excesiva en su esfera interna moral.
Indemnización por los daños en la estación de servicio
Madre e hija presentaron una apelación. El ponente, el juez Cavalcante Motta, tuvo una opinión diferente a la de primera instancia. Según el magistrado, se demostró que, debido a la negligencia del empleado, la pasajera recibió un chorro de gasolina en la cara, “siendo cierto que los efectos de la intoxicación en ancianos y niños son aún más contundentes”.
Ahora, la 10ª Cámara Civil del Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJMG) modificó la sentencia del Distrito Judicial de Betim, en la Región Metropolitana de Belo Horizonte, y condenó a una estación de servicio a indemnizar a una joven con R$ 3.000 por daños morales. Fue alcanzada en el rostro por un chorro de combustible y tuvo que ser hospitalizada. La decisión se volvió definitiva.
Consideró que el daño moral derivado de un accidente que causa dolor psicológico, malestar y sufrimiento debe ser compensado. Por lo tanto, estableció una cantidad de R$ 3.000 por el sufrimiento moral. Los jueces Jaqueline Calábria de Albuquerque y Fabiano Rubinger de Queiroz votaron de acuerdo con el ponente.
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