Qué califica legalmente como “alfajor”
El código alimentario define el contenido de este alimento, para uniformizar las denominaciones de la comida
El Artículo 761 bis, establecido en la Resolución Conjunta N° 196/2001 y N° 1020/2001, define claramente lo que se entiende por “alfajor” dentro del marco regulatorio de alimentos en Argentina. Este artículo especifica que un alfajor es un producto formado por dos o más galletitas, galletas o masas horneadas, unidas entre sí por una variedad de productos alimenticios permitidos, como mermeladas, jaleas, dulces u otras sustancias similares.
Características del Alfajor
Composición y Relleno: El alfajor debe estar compuesto por dos o más capas de galletas o masas horneadas, adheridas con productos como mermeladas, jaleas o dulces. Además, puede contener otras mezclas de sustancias alimenticias permitidas por el Código Alimentario Argentino.
Cobertura y Adornos: El alfajor puede estar cubierto parcial o totalmente con coberturas o baños de repostería, y también puede incluir adornos como frutas secas, coco rallado u otros elementos, siempre que estos estén permitidos por la normativa vigente.
Denominación de Venta: La denominación del producto debe reflejar claramente el tipo de alfajor, mencionando el tipo de relleno y cobertura, si es aplicable. Ejemplos de denominación incluyen “Alfajor de dulce de leche con baño de chocolate” o “Alfajor relleno de mermelada cubierto con coco rallado”.
Denominación Geográfica: La normativa permite que se añada a la denominación del alfajor el nombre de la zona geográfica de Argentina donde se elaboró, como “cordobés” o “santafesino”. Si el producto es elaborado fuera de estas zonas pero intenta replicar sus características, se debe anteponer la palabra “tipo” en la denominación, por ejemplo, “tipo cordobés”.
Este artículo subraya la importancia de que los alfajores cumplan con las exigencias específicas del Código Alimentario Argentino, asegurando que se respeten las normas en cuanto a los ingredientes y denominaciones permitidos.
Esta regulación es clave para mantener la calidad y autenticidad del alfajor, un producto emblemático de la gastronomía argentina, al tiempo que protege a los consumidores, garantizando que lo que se vende bajo el nombre de “alfajor” cumpla con las características tradicionales y la normativa vigente.
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