En la industria, incorporar vegetales es un gran desafío, casi que parecen opciones opuestas, ya que los vegetales son frescos, tiene una vida útil reducida, y requieren manipulación, limpieza y procesado especial para su uso adecuado.
Pero sabiendo que son fundamentales en nuestra alimentación diaria, y pensando en ofrecer más opciones de consumo y mejorar nuestro portfolio, es que buscamos la forma de incorporarlos en nuestros productos.
No reemplazan a los alimentos frescos, ya que todo proceso conlleva una reducción de la riqueza en nutrientes, pero son una alternativa más que aporta fitoquímicos y fibra a nuestra alimentación diaria.
El caso de las legumbres es parecido: los argentinos no tenemos hábito de consumo frecuente de legumbres, y son muy valiosas por su contenido de proteínas, fibra y minerales, entre otros nutrientes.
La mayor dificultad para su consumo suele ser el remojo, o las molestias gastrointestinales que pueden generarse por una cocción o hidratación deficientes.
Por eso, se busca minimizar esto incorporándolos como ingrediente de un producto extrusado, que podría mejorar su digestibilidad. A la vez, están en una mezcla con otros ingredientes que aportan diversos sabores.
De esta forma, son una opción para animarse a incorporarlas en la alimentación para quienes de otra manera no las consumirían.