El género en el tránsito y las licencias de conducir
Cómo será la nueva capacitación de género para obtener la Licencia de Conducir
Los estereotipos de género que hoy predominan en el espacio vial asocian a los varones con la valentía, la toma de riesgos, la velocidad y las demostraciones de poder y fuerza, acciones propias de la violencia vial que vemos en las calles.
Las mujeres, en cambio, son vinculadas a un estereotipo que las encasilla como “malas conductoras”, por un exceso de prudencia y el respeto de las leyes de tránsito, conductas que en realidad contribuyen a una convivencia vial pacífica.
Por tales motivos, esta iniciativa pionera en la región busca incorporar la perspectiva de género como una manera más de repensar las formas de circular.
El escenario vial actual está atravesado por estereotipos culturales que inciden directamente en el comportamiento naturalizado de las y los conductores al volante, donde habitualmente se ponderan las conductas de los hombres por sobre las de las mujeres.
Para repensar estas conductas y conceptos, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), anunciaron esta mañana la inclusión de la perspectiva de género en los contenidos del curso de formación previo para quienes tramiten la Licencia Nacional de Conducir.
En el anuncio, el Ministro de Transporte Alexis Guerrera afirmó: “Esta perspectiva introduce el respeto a las normas de tránsito, entendiendo que las mujeres generalmente son mucho más respetuosas de las normas de tránsito y por eso intentamos que más personas tomen esas conductas. Esto va a permitir bajar la violencia en el tránsito, sosteniendo una mirada mucho más protectora por parte del Estado”.
También estuvieron presentes el director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano; y la directora de Políticas de Géneros y Diversidad del Ministerio de Transporte, Florencia Esperón, entre otras autoridades.
En 2020, más de 400 mil personas iniciaron el trámite para obtener la Licencia Nacional de Conducir, y actualmente, del total de licencias en todo el país, los varones representan el 70% y las mujeres el 30% restante.
Sin embargo, durante el período de los últimos diez años (2010-2019), existió un gradual incremento en la cantidad de licencias otorgadas a conductoras mujeres: se pasó de 20.229 licencias otorgadas en 2010 a 1.141.494 en 2019.
Esta desigualdad en las licencias otorgadas no está ligada a que los varones conduzcan mejor, sino todo lo contrario.
Según datos del Observatorio Vial de la ANSV, las mujeres utilizan más el cinturón de seguridad, independientemente si conducen o son acompañantes, y cuando están al volante, el uso del cinturón es mayor en el resto de los ocupantes.
También, según datos de los resultados de los operativos de Alcoholemia Federal, de cada 100 conductores varones testeados, 5 arrojan resultado positivo, mientras que en las mujeres la tasa baja a 0,7 por ciento, menos de 1 positivo cada 100 test.
Por su parte, el director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano, expresó: “El tránsito es, ante todo, una convivencia y en esa convivencia las mujeres llevaron las de perder.
Estas inequidades debemos empezar a resolverlas, por eso a partir de este momento todos aquellos que quieran obtener una Licencia de Conducir van a recibir estos contenidos con perspectiva de género, porque estamos convencidos que mejores conductores van a generar muchísimas menos vidas perdidas en el tránsito y muchísima menos discriminación contra las mujeres y las diversidades”.
En la misma línea, la directora de Políticas de Géneros y Diversidad del Ministerio de Transporte, Florencia Esperón, sostuvo que “… se trata del cuidado de la vida porque los siniestros viales se llevan la vida de muchos jóvenes. El análisis de los estereotipos y los roles de género viene a proponer una disminución de los siniestros viales a través de una mejor convivencia y un mayor grado de igualdad”.
La capacitación en género para temas viales es importante como en muchas otras áreas. En el espacio vial es clave porque gran parte de las interacciones que tenemos con otras personas ocurren en el marco de los espacios de transporte, que sean compartidos..
Los cambios no son automáticos, llevan tiempo, remover las viejas estructuras, reemplazarlas por un nuevo paradigma de respeto y de igualdad. Y esto no sólo beneficia a las mujeres sino a toda persona en el tránsito especialmente a los y las más vulnerables.
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