La fila en los locales
Hay locales que simulan tener fila para que la gente piense que son buenos. Son los menos. La regla general es “donde hay fila es bueno”, o al menos zafa. Es ley.
Hay locales que simulan tener fila para que la gente piense que son buenos. Son los menos. La regla general es “donde hay fila es bueno”, o al menos zafa. Es ley.
¿Cómo detectar locales que simulan tener fila para parecer buenos?
Requiere mucho entrenamiento, van indicios:
- Demoran la atención para simular tener fila, cajeros lentos, movimientos perezosos, bostezos.
- Esto es particularmente evidente cuando el cajero pispea la fila, que se incrementa poco a poco, y esboza una leve sonrisa.
- Como dijeron por ahí, otra táctica es forzar la fila. Capaz son cinco personas pero armar pasarela laaaaaarga y parecen más.
- A veces restaurantes completan mesas de vidriera primero, así parecen llenos. Otra táctica es invitar familiares y amigos que hacen fila. Por tan solo un café con leche con medialunas, el yerno / nuera promedio hacen fila.
- A veces esto puede detectarse porque la misma persona aparece en la fila en poco espacio de tiempo. Nadie come tanto, pero simula pedir algo.
- Algunos han recurrido a maniquíes para simular fila y parece que los demandan. Pero está en desuso porque hoy la gente ya parece avivarse.
- Otra táctica para alargar la fila, además de demorar la atención o llamar familiares, es contratar coleros. Estos se alistan en la fila y simulan demanda. La gente piensa “ah mirá que bueno este lugar”.
¿Cómo detectar coleros en la fila?
Porque cuando se pide una mesa anotan y dicen “¿Cuántos son? 2, tengo para 40 minutos”, y empiezan a llamar gente, la sientan, y enseguida se levantan.
El problema del colero es que suele cobrar por su labor profesional. Y por un plus hasta tira elogios durante la espera.
Si el restaurante necesita vender tortilla de papas, porque se le vence, el colero exclama, en la larga espera y al lado del comensal incauto: “qué rica la tortilla de papas de acá eh, esperaría 8 horas”.
Una sub variante de la larga fila simulada es la fila de lista. Es más barata. Se muestra una lista de gente enorme, después solo se sientan dos o tres.
A la inversa e igual que los Oscars, algunos restaurantes contratan gente para cuando algún comensal se levanta para ir al baño. Mucha gente que va en pareja se lleva sorpresas porque alguien se le sienta.
En algunos casos, se llama al personal de cocina para suplir la fila. Esto se detecta porque suelen estar con los guardapolvos o gorros, o a veces con los bártulos, cortan cebollas en la fila.
La mayor simulación de fila es con la filarmónica. Se produce cuando un restaurante invita a una orquesta entera a comer. Pero si. uniforme. Entonces los comensales incautos piensan que los músicos son gente espontánea, pero fueron invitados ad hoc.
Detectar la fila armónica es harto difícil. Pese a ser un montón, la gente de la música tiene el hermoso talento de combinar de manera muy fina lo que piden, lo que hablan, los tonos y hasta platillos.
Si el violinista pide una milanesa en tono de do, la del oboe se cuidará de pedir una pasta con tono de sol, armonía y belleza. Es muy caro contratar a una filarmónica..
Pero garantiza una fila armoniosa y delicada, a veces hasta hacen coro: “milanesa con puré por favor” “Con puré, con puré con pureeee”, cantan de atrás.
Y en contrapunto “o mejor ensalada ensalada ensalada!!!!” Y así todo.
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