Cervecera deberá indemnizar a un trabajador alcóholico

En un caso que ha generado gran atención, la cervecera Compañía de Bebidas de las Américas (AmBev), productora de marcas como Brahma y Antarctica, ha sido condenada por la Justicia a indemnizar a un ex trabajador con 100.000 reales (aproximadamente 39.000 euros o 190.000 pesos argentinos). Este trabajador, quien se desempeñaba como degustador de cerveza, desarrolló una dependencia alcohólica agravada por el trabajo, lo que, además, le causó cirrosis hepática y diabetes.

El demandante argumentó que trabajó para la cervecera entre 1976 y 1998. Durante esos quince años, se le obligaba a consumir cerca de 1.500 mililitros de cerveza al día como parte de sus responsabilidades laborales. Alega que este consumo continuo agravó su síndrome de dependencia al alcohol, una condición a la que era predispuesto genéticamente, y que como resultado de esta exposición desarrolló problemas graves de salud, incluyendo la mencionada cirrosis y diabetes.

Debido a esta situación, el ex trabajador sostuvo que requería la indemnización para costear un tratamiento médico “inmediato y permanente”. El caso se llevó ante el Tribunal Superior del Trabajo de Brasil, que confirmó la sentencia previamente dictada por el Tribunal Regional de Trabajo del Estado de Río Grande do Sul.

La responsabilidad de la empresa por el aloholismo

El tribunal consideró que la empresa Brahma fue negligente al haber asignado la función de degustador a una persona que tenía una predisposición genética al alcoholismo. En el fallo, los magistrados señalaron que la cervecera “sabía de la predisposición del empleado al síndrome de dependencia del alcohol cuando le encomendó esa función”.

Además, una inspección judicial en las instalaciones de la empresa reveló que AmBev no supervisaba adecuadamente el consumo de cerveza por parte de sus empleados ni implementaba medidas de prevención o tratamiento contra el alcoholismo. Esto fue considerado una falta grave de la empresa hacia la salud y bienestar de sus trabajadores.

Otro punto relevante de la sentencia fue la práctica de la empresa de regalar una botella de cerveza al final de cada jornada como parte de un acuerdo con el sindicato. Este beneficio, en lugar de ser visto como un gesto de cortesía, fue interpretado como un agravante de la situación de dependencia alcohólica del trabajador.

La decisión judicial enfatiza que las compañías deben tomar en cuenta las condiciones particulares de sus empleados antes de asignarles ciertas funciones, particularmente cuando pueden agravar problemas de salud preexistentes. Este fallo subraya la obligación de los empleadores de proporcionar ambientes laborales seguros y la importancia de fiscalizar y controlar situaciones que puedan poner en riesgo la salud de sus trabajadores.