Indemnización por Gordofobia: Trabajador Discriminado por Sobrepeso Recibe Compensación
Un caso laboral por haber violado normativa laboral sobre el principio de igualdad y trato digno
En un caso que resalta la importancia de combatir la discriminación en el entorno laboral, la cámara de apelaciones confirmó una sentencia que condenó a una empresa a pagar una compensación por daños morales a un trabajador que fue descartado de un puesto de trabajo debido a su índice de masa corporal (IMC) elevado.
Este caso es un ejemplo significativo de cómo la gordofobia, o discriminación basada en el peso, puede impactar negativamente la vida profesional y personal de una persona.
El Caso: Promesa de Empleo y Desistimiento por Gordofobia
El trabajador, que había recibido la promesa de ser contratado como vendedor de automóviles, decidió renunciar a su empleo anterior confiando en la nueva oportunidad. Proporcionó todos los documentos solicitados por la nueva empresa e incluso abrió una cuenta bancaria en una institución indicada por la compañía. Sin embargo, fue informado de que no sería contratado después de que el examen médico preempleo indicara obesidad e hipertensión.
Según el trabajador, la promesa de contratación y la consiguiente renuncia a su empleo anterior le causaron graves perjuicios, dejándolo en una situación de total desamparo, sin medios para cubrir sus necesidades básicas ni las de su familia.
Defensa y Decisión Judicial
La empresa se defendió alegando que el examen médico preempleo era una etapa eliminatoria y que el trabajador estaba al tanto de ello. Negó haber hecho promesas de contratación y justificó la cancelación de la oferta basándose en el informe médico, que supuestamente consideraba al trabajador no apto para el cargo.
Sin embargo, las conversaciones por mensaje de texto entre el trabajador y el representante de la empresa demostraron que la contratación se daba por hecha. La magistrada relatora Leila Chevtchuk consideró que la justificación basada en la obesidad, sin solicitar exámenes complementarios o demostrar comorbilidades que impidieran el ejercicio de las actividades, constituía discriminación por gordofobia.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de un entorno laboral libre de discriminación y prejuicios. La decisión del TRT-2 subraya la importancia de combatir prácticas discriminatorias que no solo pueden perjudicar la carrera de una persona, sino también afectar su dignidad y bienestar.
La gordofobia, al igual que otras formas de discriminación, no debe ser tolerada, y las empresas deben ser responsables de prácticas que violen los derechos fundamentales de los trabajadores.
La indemnización de 30.000 reales determinada por el tribunal no solo compensa al trabajador por los daños sufridos, sino que también sirve como advertencia para que las empresas adopten prácticas más inclusivas y respetuosas en sus procesos de selección.
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