Novedades del derecho y las leyes argentinas para el ciudadano

Más carriles, más tráfico? Lo que dice la ciencia sobre el aumento de infraestructura vial

Un mito extendido, pero la realidad marca que "more roads, more traffic"

Existe una creencia común de que aumentar la cantidad de carriles en una autopista solucionará el problema del tráfico.

A simple vista, parece lógico: si hay más espacio para los autos, debería haber menos congestión. Sin embargo, la ciencia y la experiencia han demostrado lo contrario: aumentar la cantidad de carriles puede, de hecho, incrementar el tráfico en lugar de reducirlo. Este fenómeno se conoce como la demanda inducida.

¿Qué es la demanda inducida?

La demanda inducida es un concepto en economía y urbanismo que sostiene que cuando se incrementa la capacidad de una infraestructura vial, como una autopista, el tráfico tiende a aumentar proporcionalmente. En otras palabras, al mejorar la infraestructura, más personas deciden utilizar sus automóviles o hacer viajes que antes no hubieran hecho. Esto lleva a una saturación de la nueva capacidad, anulando los beneficios esperados de la ampliación.

Según un estudio realizado por investigadores del National Center for Sustainable Transportation en la Universidad de California, por cada aumento del 10% en la capacidad de una carretera, el tráfico total puede aumentar hasta un 10% en pocos años . Esto significa que aunque a corto plazo pueda parecer que el tráfico disminuye, en el mediano y largo plazo la congestión vuelve a los niveles anteriores o incluso peores.

Casos concretos: ¿Qué dice la experiencia sobre ampliar vías para autos?

Existen varios ejemplos alrededor del mundo donde se ha comprobado la paradoja de incrementar la cantidad de carriles:

-Autopista Katy Freeway, Texas (EE.UU.): En 2011, se amplió esta autopista de Houston a 26 carriles en algunos tramos. Sin embargo, en pocos años, los tiempos de viaje en horas pico aumentaron hasta un 30% . Este caso es uno de los ejemplos más citados de demanda inducida, donde la ampliación de una carretera no solo no solucionó el problema, sino que lo empeoró.

-Londres, Reino Unido: Londres tomó la decisión contraria y aplicó un peaje urbano en 2003, en lugar de ampliar sus carreteras. El resultado fue una reducción significativa del tráfico en el centro de la ciudad y una mayor eficiencia del transporte público .

¿Por qué ocurre esto?
Existen varias razones por las cuales la ampliación de carriles genera más tráfico, en lugar de reducirlo:

Uso intensivo del automóvil: Al haber más capacidad, más personas consideran conveniente utilizar sus autos en lugar de otros medios de transporte, lo que genera una saturación de la infraestructura.

Desarrollo urbano expansivo: Las mejoras en las carreteras fomentan el crecimiento de áreas suburbanas. Esto lleva a que más personas se desplacen distancias mayores en auto, lo que incrementa la congestión.

Reducción inicial del tráfico: A corto plazo, la ampliación puede ofrecer alivio, pero con el tiempo, este alivio incentiva a más personas a usar la carretera, creando un círculo vicioso.

La ciencia detrás del tráfico: el principio de Braess

Un concepto matemático que puede ayudar a entender este fenómeno es el paradoja de Braess, que sostiene que añadir más capacidad a una red de transporte, como más carriles, puede empeorar el tráfico. Esto se debe a que los conductores, al tener más opciones, suelen tomar rutas que perciben como más rápidas, pero que terminan sobrecargando la red . Este principio ha sido comprobado en diversas simulaciones y modelos de tráfico.

Soluciones sostenibles al tráfico

Entonces, si aumentar los carriles no es la solución, ¿qué se puede hacer para reducir la congestión? Los expertos en urbanismo y transporte coinciden en que es necesario repensar el transporte urbano, enfocándose en opciones sostenibles:

Mejorar el transporte público: Invertir en sistemas de transporte público eficientes y accesibles, como trenes, autobuses y metros, ofrece a los conductores una alternativa viable para dejar el auto en casa.
Políticas de peaje urbano: Ciudades como Londres o Singapur han implementado peajes para ingresar al centro de la ciudad en hora pico, lo que ha reducido considerablemente el tráfico y mejorado la calidad del aire.
Fomento de la movilidad activa: Promover el uso de bicicletas, el transporte a pie y vehículos eléctricos puede ayudar a descongestionar las vías.
Zonificación inteligente: Desarrollar ciudades compactas donde las personas puedan vivir, trabajar y entretenerse sin tener que depender del automóvil reduce la necesidad de largos desplazamientos.

¿Qué pasa en Argentina?

En Argentina, las grandes ciudades como Buenos Aires también enfrentan serios problemas de congestión vehicular, especialmente en zonas de alta densidad. Ampliar las autopistas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no ha mostrado resultados duraderos.

Un ejemplo es la Autopista 25 de Mayo, que pese a sus múltiples carriles, sigue mostrando congestión en horas pico debido a la alta dependencia del automóvil. O la Panamericana.

La ley argentina y las políticas públicas han empezado a promover soluciones más sostenibles, como la inversión en transporte público, ciclovías y el Metrobus, que ha mostrado buenos resultados al reducir el tiempo de viaje para miles de pasajeros diarios. Además, la ley de tránsito fomenta el uso responsable del automóvil, y muchas ciudades del país están experimentando con nuevas formas de reducir el uso del vehículo particular.

 

Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.