Las peleas entre hermanos y el derecho la privacidad

En Singapur, un inusual caso familiar llevó a dos hermanos adultos a los tribunales. El hermano demandó una orden de exclusión doméstica contra su hermana, quien durante ocho años había estado entrando repetidamente en su habitación para limpiarla, causando angustia y afectando su privacidad.

Por su parte, la hermana solicitó una orden de protección personal (PPO) contra él, luego de un incidente en que él la agredió físicamente debido a la tensión generada por estas acciones. A continuación, exploramos los detalles y fundamentos legales de esta resolución judicial.

El hermano alegó que su hermana ingresaba a su habitación regularmente, incluso durante la noche, sin su consentimiento. Argumentó que estas incursiones repetidas perturbaban su descanso y privacidad, al punto de afectar su salud mental.

La hermana justificó sus acciones afirmando que limpiaba la habitación porque su hermano no lo hacía y que su intervención era necesaria para mantener la higiene. Explicó que, debido a su ajustada agenda, sólo podía realizar la limpieza en horarios nocturnos.

El juez del caso  evaluó si las acciones de la hermana constituían violencia familiar bajo el marco de la Carta de la Mujer (Women’s Charter). La ley define violencia familiar como cualquier acto de daño físico, confinamiento injusto o acoso continuo que cause o sepa que probablemente cause angustia a un miembro de la familia. El juez determinó que, aunque normalmente limpiar el espacio de otro familiar podría ser un acto amable, en este caso específico el comportamiento de la hermana había causado profunda angustia.

Orden de protección legal

La PPO emitida para la hermana establece que su hermano no puede agredirla ni acosarla como respuesta a su comportamiento. Esta orden es una medida de protección esencial para prevenir futuros conflictos violentos y preservar su seguridad.

El tribunal concedió al hermano una orden que excluye a la hermana de entrar en su dormitorio sin su consentimiento. Esta medida es crucial para proteger su espacio personal y su derecho a la privacidad, derechos fundamentales en cualquier relación familiar.

En Singapur, el tribunal puede emitir una orden de protección cuando:

Se demuestra la existencia de violencia familiar o su probabilidad inminente.
La orden es necesaria para proteger al miembro afectado de la familia.

 La violación de una orden de protección personal o de exclusión doméstica constituye un delito penal, y las personas involucradas pueden enfrentarse a multas, prisión, o ambas, dependiendo de la gravedad del incumplimiento.