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La prohibición de carreras de galgos

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El Congreso nacional finalmente prohibió las carreras de galgos. De la mano de varias leyes locales que ya impedían realizar espectáculos con animales. Pero qué tan efectiva es una prohibición legal para erradicar una práctica. El debate.

 

La prohibición de carreras de galgos

Con 132 votos a favor, se modificó el código penal para tipificar como delito la realización de carreras de galgos. En las inmediaciones del Congreso había partidarios de la prohibición de las carreras; y también galgueros que defendían la actividad, según quienes una carrera no siempre implica maltrato animal.

La nueva norma prohíbe en todo el territorio nacional la realización de carreras de perros, cualquiera sea su raza. Y establece, entre otras cuestiones, que quiénes organicen, promuevan, faciliten o realicen carreras de perros, serán reprimidos con prisión de tres a cuatro años y multas que van de 4 mil a 80 mil pesos.

Para quienes impulsaron el proyecto que ahora es ley, la carrera de galgos “es un negocio de juego clandestino en el que las prioridades son las ganancias”. La prohibición fue rechaza por una diputada quien argumentó que “se están poniendo más penas a las carreras de galgos que a los accidentes viales o las riñas entre personas”.

Para el Partido Obrero, “las carreras de galgos constituyen un negocio capitalista basado en la explotación de los animales y el juego clandestino basado en las apuestas privadas y la ludopatía, que mueve miles de millones de pesos en todo el país”.

 

 

 

La última carrera en Córdoba

Entre ayer y hoy se corre la última carrera en el canódromo más grande del país, el de Inriville, en el sudeste cordobés. Allí correrán unos 150 galgos. Asistirán unas 6.000 personas. El abogado de una ONG pidió que se aplique la ley, y por eso solicitó la suspensión pero el poder judicial entendió que faltan unos días para que entre en vigencia.

Esto es porque el artículo 5º del Código Civil y Comercial dispone que cuando una ley no tiene plazo de comienzo de su vigencia, automáticamente rige el plazo subsidiario que es de ocho días desde su publicación en el Boletín Oficial. Como la ley se publicó en el Boletín Oficial el 2 de diciembre, la ley rige desde las cero horas del 10 de diciembre. Aún permitidas.

Igualmente, se allanó el lugar acompañada por personal de la Municipalidad y una veterinaria, hicieron 40 análisis de orina a los perros galgos. Un acta estableció que no había maltrato animal ni doping.

La ONG animalista Imperio Fauna afirmó en un comunicado que “luego de aprobarse la ley que prohíbe las corridas de perros en todo el territorio nacional, galgos fueron descartados y asesinados a manos de los galgueros”.  En ese sentido, mencionó el caso de una perra de esa raza que fue hallada al costado de una ruta a la altura de la localidad bonaerense de Cañuelas, “llena de laceraciones y arrastrándose”.

Por esa denuncia debe intervenir la fiscalía penal, a fin de investigar si se habría cometido o no el delito de maltrato animal, penado en todo el país.

 

Ahora van por la inconstitucionalidad de la prohibición de carreras de galgos

Según reportó el medio Junín 24, los galgueros irán al podr judicial para pedir la inconstitucionalidad de la ley que los prohíbe. Asociaciones que promueven las carreras de galgos presentaron un pedido para que se declare la inconstitucionalidad de la ley que prohíbe la actividad en todo el país.

El abogado penalista que representa a asociaciones, anticipó que buscará que la Justicia declare “la inconstitucionalidad de la ley 27330″,  y que primero buscará una cautelar que suspenda los efectos de la prohibición, para luego dar lugar a la declaración de inconstitucionalidad de la norma.

La competencia, que llevó el nombre de la diputada kirchnerista Diana Conti –quien se oponía a la ley-, fue habilitada por la justicia de Córdoba tras interpretar que aún no había entrado en vigencia la prohibición. El abogado pedirá que la actividad se regule, en lugar de prohibirla.

 

El debate está abierto

Este punto es para el debate. A mí en particular no me gustan las carreras de galgos, no iría ni fomentaría las carreras. Es más, prefiero que no haya espectáculos con animales. Pero si hay alguien a quien le gusta, ¿Debe el Estado prohibirlo? ¿Siempre implica maltrato? ¿O la ley tiene una presunción de que toda carrera implica maltrato animal?

Quizás, no quede otra que la prohibición para evitar que los animales no sufran. Quizás siempre sufran, no lo sé. Supongo que esto habrá sido debatido en el Congreso, para eso trabajan los legisladores y contratamos asesores, técnicos y demás.

Otro punto: Ayer en Palermo se corrió una carrera de polo. ¿Al caballo que lo entrenan y cuidan para la competencia no lo maltratan? ¿En qué se diferencia ese juego de las carreras de galgos?

El médico veterinario Juan Haumüller dijo: “en el polo se eligió el camino del antipoding y no hay apuestas. Los galgueros no quisieron pagar ese costo…”.

Volviendo a la ley que prohíbe las carreras de galgos, ¿Esta restricción no hace más que “subirle el precio” a las carreras de galgos y sumirlas en la ilegalidad más cruda, como las carreras de gallos donde puede haber un entramado de corrupción que las permita? En fin, son puntos que deben estar presentes en una discusión seria sobre el tema.

 

La diferencia con el polo

Un lector me acercaba la info. de que la Asociación Argentina de Polo “tiene algunas regulaciones sobre el trato a los caballos (Que podrían ser algo más consideradas con el animal en mi opinión). En general al petiso o yegua se le cuida muchísimo la alimentación y salud, no se lo droga (se hace anti doping) y no se usan elementos que los lastimen (fustas filosas o espuelas).”

Incluso este año pusieron aspersores para pasar a las yeuas entre chuker y chuker para que no les afecte el calor (los he visto). “En general son animales que valen muchísima guita, se los cuida en consecuencia”, agrega esta fuente.

 

La opinión de quienes están a favor de prohibir las carreras de galgos

Según grupos que apoyan la prohibición, “hay miles de galgos en Argentina que son o fueron explotados. Estos dóciles perros nacen con una virtud -la velocidad- que termina siendo su mayor condena en manos de hombres inescrupulosos. Los galgos son drogados para cada carrera, sin importar las consecuencias fatales que ello conlleva.” Y agregan que

en su vida de explotación sufren todo tipo de carencias y reciben los peores abusos: viven hacinados en jaulas diminutas, son atados para realizar montas forzadas por la cría indiscriminada de la raza, son privados de sus necesidades afectivas, los transportan en baúles o cajas, etc.

“Su “vida útil” es de poco menos de 3 años. Después de un tiempo de competir quedan completamente destrozados. “Si un perro no gana, se lo descarta” por eso la mayoría son abandonados o sacrificados, porque para sus explotadores, los galgueros, les generan un gasto innecesario. Cuando algunos de ellos son rescatados los encontramos en las peores condiciones: desnutridos, quebrados, mutilados, golpeados y hasta tirados en zanjas agonizando”, argumentan.

Ahora, la ley da una herramienta para frenar estos casos  de maltrato. Pero ya no habrá ley que la regularice, como el polo o las carreras de caballo, sino la prohibición lisa y llana. ¿Se podrá controlar?

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1 comentario
  1. Jorge dice

    Es patético que el siglo XXI tenga que combatir con leyes la parte más salvaje y siniestra de los seres humanos decimonónicos, en este caso, argentinos infames e inescrupulosos que están a favor de la monstruosidad de las carreras de galgos. No hay nada para debatir. Cárcel, para los que abusan de los animales.

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