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Apuntes sobre Branding

El autor desarrolla el tema de la identidad de las marcas y su valor de marca

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Por Uriel De Simoni *

Al hacer investigaciones, metiéndome de lleno en el proyecto que estoy creando, me encontré con que muchas veces hablamos de Branding sin saber realmente lo que es o cómo es.

Es cierto que una marca se compone de elementos visuales, logo, tagline, etc., branding o “la marca”, es un resultado. Voy por parte: uno puede hacer todo lo posible para “diferenciarse”, para ser único, auténtico, pero la respuesta a todo eso está en el comportamiento humano.

Ya sé, me van a decir que soy un rompebolas que no paro de hablar de lo mismo de siempre, pero miren qué loco que siempre la respuesta la encuentro en el mismo lugar. Entonces indagando, veo que las marcas y las personas funcionan de la misma manera.

Para anotar

Una marca, o su branding, es un resultado, es el sentimiento instintivo que un consumidor genera sobre un producto, servicio, individuo, etc. Son las mariposas en la panza, ese sentimiento que nos dice “es por ahí”. Y acá viene la parte interesante:

Una marca es tantas “marcas” como personas la perciban, por lo tanto, cuando “diseñamos” la identidad personal (porque de neuvo, nosotros somos marcas y las marcas son como nosotros) o de marca, hacemos que diferentes subjetividades OBJETIVEN un concepto.

Por si esta parte se hace demasiado compleja, les pongo un ejemplo: Todos acordamos que la imagen es naranja (OBJETIVAMOS), pero todos vemos diferentes tonos de naranja (SUBJETIVIDAD). Entonces, para que ese “acuerdo” sea claro, tenemos que integrar lo subjetivo en lo objetivo.

Y acá es donde generalmente me preguntan: “Cómo carajo se mide el branding”, y, como es un concepto “soft”, se mide en el tiempo, generando un momentum, una constancia. Es como cuando se genera una amistad, no es de golpe, se va construyendo. Uno emite y el otro recibe.

Otro emite y uno recibe. Cuando resuenan los valores, los sistemas de creencias, el propósito, se forman lazos y esos lazos evolucionan en el tiempo, pero solo se mantienen si uno es quien realmente es.

De ahí viene el concepto de “autenticidad” que las marcas persiguen, como si fuese algo que pueden alcanzar. La autenticidad está ahí, el tema es que generalmente no se la ve o no se la reconoce.

Entonces la métrica más cercana, si no quieren esperar, es el engagement, pero es solo una capa. Como siempre digo, las métricas están bien, pero hay una sola maquinaria que puede definir la confianza y es el ser humano.

Somos geniales para eso, y por eso el branding no es un conjunto de símbolos, sino UN SÍMBOLO que resuena en el otro y que elegimos e identificamos como propio, al igual que lo hacemos con nuestros círculos.

Y acá es donde entro yo, que escribo, pero no solo literatura, sino que todos los días me levanto a la mañana con el objetivo de enseñar a otros a ser más ellos mismos a partir de la comunicación. Eso, para mí, es una forma de libertad.

Por ejemplo, hay una razón por la que hacemos 6 cuadras de cola para comprar un iphone el día que sale y no con otra marca o por la cual pegamos el sticker de la manzanita en el auto.

Es la construcción de los símbolos que se hacen parte de nosotros, que hablan de nosotros los que juegan un papel fundamental al momento de interpelar al otro, nunca es el producto ni el precio, sino un algo más es el mismo sentimiento de fidelidad que sentimos con un amigo, con una novia, con nuestra familia.


 

Twitter de Uriel De Simoni

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