Cuidar el agua, un recurso de por sí escaso y limitado, es fundamental para el desarrollo sostenible. Algunos consejos prácticos para adoptar
Argentina es un país que cuenta con recursos hídricos abundantes, sin embargo, estos no están distribuidos de manera uniforme.
Lagos, napas, rios y otros cuerpos de agua se encuentran esparcidos por todo el territorio de manera irregular. Por ello, para que las ciudades, pueblos y comunidades puedan disponer de una fuente segura y continua de agua se requiere una infraestructura de distribución para que el vital líquido pueda satisfacer la demanda en las distintas zonas y para sus diferentes aplicaciones productivas.
De entre los problemas que pueden surgir y solucionarse encontramos: la poca presión de agua eventualmente y en algunas zonas, la alta demanda en épocas de verano que genera picos de consumo.
Esto guarda estrecha relación con la forma de las tarifas en el país. Puesto que estas (en general y salvo medidor instalado) no varían de acuerdo al consumo, sino en función catastral.
Este sistema de “canilla libre” residencial hace que los usuarios no tengan un incentivo monetario para hacer un uso racional del agua, lo cual se evidencia en el elevado consumo por habitante del país (especialmente en las zonas densamente pobladas y donde no hay escasez de agua).
Para tenerlo en contexto, el consumo promedio de agua por habitante en Argentina es de 318 litros por día por habitante, mientras que la media en la región es de 173 o 132 en España.
El control del consumo y una oferta limitada de agua
Además, la falta de control por consumo se debe en parte a la escasez de medición de consumo a nivel micro (se sitúa en torno al 29% de los usuarios totales), lo que hace más costoso implementar un plan tarifario por consumo.
Por otro lado, tenemos el atraso tarifario, el cual ha rezagado el precio del agua a 0,17 dólares por metro cubico, en relación a 1,40 como promedio en la región. Esto hace que quienes manejan el sistema puedan no contar con recursos suficientes para invertir en mejorar las redes de distribución y cumplir con la creciente demanda.
Se torna necesario entonces hacer un consumo responsable, de manera de evitar colapsar el sistema de agua del país, en búsqueda de disminuir el consumo promedio por habitante.
Por ello, veremos a continuación algunas recomendaciones que pueden ser muy útiles para este propósito de cuidar el recurso hídrico:
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Piscinas o piletas
Si se tiene una pileta, es mejor llenarle de noche, ya que es la etapa del día con menor demanda, de modo que hay buena presión y no se ve afectada la presión del sistema.
Para que el consumo sea menor, es importante cuidar la pileta y buscar mantenerla limpia la mayor cantidad de tiempo posible, esto hará que no haga falta vaciarla y llenarla con tanta frecuencia.
2. Canillas
Asegurarse de que las canillas estén bien cerradas, ya que las fugas pueden desperdiciar una gran cantidad de agua.
Un pequeño goteo en un grifo puede desperdiciar hasta 70 litros de agua por día y una fuga, tal como una llave abierta, puede desperdiciar hasta 40 mil litros por día, unos 125 días o más de cuatro meses de consumo promedio de una persona…
3. Instalaciones de agua
Hacerle mantenimiento periódico a las instalaciones, esto con el objetivo de que su funcionamiento sea correcto. Esto será aún más urgente cuando veamos en casa síntomas como: humedad, fugas, cambios en el medidor cuando no se ha usado agua y otros.
El uso y reemplazo de goma espuma precortado para las tuberías hace que podamos disponer de agua caliente más rápido, de modo que no haga falta desperdiciar el agua fría que sale por el grifo mientras se calienta.
De igual modo, podemos recoger esta agua fría en un balde, para luego usarla para regar las plantas o lavar el auto, reciclar ese agua en la medida de lo posible.
4. Limpieza de vereda
Tratar de no gastar mucha agua en actividades como la limpieza de la vereda. Se dice que con balde es suficiente, sin embargo, en común ver personas usando grandes cantidades de agua para hacer esta limpieza. Contar con un hidrojet puede ser de gran ayuda para esto, así como remover la tierra con escoba previamente.
5. Llaves de agua y derroche
Es preferible no dejar la llave abierta mientras nos cepillamos los dientes, este es quizás uno de los consejos más usados y, lamentablemente es una costumbre que tienen muchas personas, esto nos puede ayudar a ahorrar unos 8 litros por persona, unos cuatro días de hidratación para una persona.
Esto también hay que hacerlo mientras aplicamos champú o jabón al ducharnos. Una ducha corta, de no más de 5 minutos nos ayuda a ahorrar agua.
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