5 herramientas para la planificación patrimonial
La planificación patrimonial es clave para garantizar la seguridad financiera y la protección de bienes familiares. Descubre cinco herramientas comunes que te ayudarán a estructurar tu patrimonio de manera efectiva y segura
Hay herramientas legales esenciales para evitar problemas y asegurar bienes. Cinco de las estrategias más comunes incluyen testamentos, sociedades y fondos de inversión familiares, trusts o fideicomisos, seguros y mudanza internacional.
Ello permite distribuir activos de manera eficiente y proteger la riqueza familiar, ofreciendo beneficios como privacidad, optimización fiscal y resolución de cuestiones sucesorias. La mudanza internacional también puede ser una herramienta efectiva, siempre que implique una verdadera reubicación, y no solo un cambio de residencia fiscal o nacionalidad.
Por: Martín A. Litwak (@MartinLitwak), fundador y CEO de Untitled SLC
La planificación patrimonial muchas veces puede convertirse en un concepto difícil de “bajar
a tierra”. Por eso, hoy te presento cinco herramientas clave para tener en cuenta si estás
pensando en estructurar tu patrimonio.
Hacer planes es parte de nuestra vida cotidiana, ¿o no? A nivel económico,
especialmente, planificar es simplemente esencial. Antes de cobrar nuestro sueldo ya
pensamos cómo vamos a usarlo: ¿Podemos pagar todas las cuentas? ¿Alcanza para
comprar esa televisión nueva para la Copa del Mundo? ¿Sumaremos algún peso a nuestros
ahorros este mes?
Esto que es común para la mayoría de las personas, puede ser raro y lejano cuando en el
ámbito patrimonial. Sin embargo, puede convertirse en una alternativa necesaria y
conveniente. Evitar problemas, asegurar bienes y facilitar procesos de sucesión son
algunos de los beneficios que obtienen quienes planifican su patrimonio.
Por eso, hoy quiero presentarte las cinco herramientas más comunes a la hora de planificar
patrimonios.
Testamentos
1) Testamentos. El testamento es un documento que, en general, debe otorgarse por
escrito. Quien lo realiza puede determinar, antes de morir, cómo se distribuirán
sus bienes tras su fallecimiento. Por supuesto que las normas cambian en cada
país, pero en muchos casos, es una solución sencilla y económica y un muy buen
primer paso.
Sociedades
2) Sociedades y fondos de inversión familiares. Este tipo de sociedades
comenzaron a utilizarse en tiempos en los que existían acciones al portador y la
mayoría de los países cobraban impuestos solo por ganancias de fuente local. Por
eso, la principal motivación tenía que ver con la privacidad y la eficiencia impositiva.
Hoy, que estas ventajas impositivas ya casi no existen, igualmente hay un mayor
nivel de privacidad y protección patrimonial cuando los activos están a
nombre de una entidad, que cuando están a nombre personal. Las ventajas
impositivas, en tanto, siguen existiendo en situaciones puntuales.
Trusts o fideicomisos
3) Trusts. Para definirlo sencillamente, el trust es un contrato por el cual una
persona (settlor) transfiere la propiedad de ciertos activos a otra (trustee) para
que los administre en beneficio de uno o más terceros (beneficiaries) y los transfiera
definitivamente a estos o a otros beneficiarios, al término de un plazo o frente a
determinada condición, que muchas veces es la muerte del settlor.
Este tipo de estructura permite dos cosas simultáneamente: administrar los activos
y determinar con precisión las circunstancias relativas al paso de su
propiedad.
Seguros
4) Seguros. En el caso de los contratos de seguro, es evidente que su uso más
común tiene que ver con la protección de activos en sentido estricto, más que
con las cuestiones sucesorias, la optimización fiscal y/o la privacidad.
Sin embargo, existen algunas pólizas de seguro muy específicas que también
resuelven estos problemas y que pueden reemplazar al trust y a las sociedades
offshore como vehículo holding.
Mudanza internacional
5) Mudanza internacional. Es importante aclarar que cuando hablamos de esta
herramienta, siempre nos referimos a una mudanza y no simplemente a una
residencia fiscal o una segunda nacionalidad. Sucede que, contrariamente a lo
que muchas personas piensan, tener nacionalidades adicionales no aporta nada en
materia de planificación patrimonial.
Uno no paga impuestos de acuerdo con la nacionalidad que posee, sino de acuerdo
con el país en el que reside. Por lo tanto, la mudanza internacional solo sirve como
herramienta de planificación patrimonial cuando es real
Quien no esté dispuesto a armar las maletas, “levantar campamento” y mudarse en
serio a otro país, no debería perder su tiempo analizando la obtención de una nueva
residencia fiscal.
Martín Litwak es abogado en Untitled SLC
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