Restaurante demanda a estudiante por US$480.000 por chupar una botella de salsa de soja
Una acción legal para evitar que casos contra la higiene común florezcan
Sushiro, una cadena de restaurantes de sushi en Japón, presentó una demanda contra un estudiante de secundaria que busca 67 millones de yenes (US$ 480,000) en daños y perjuicios.
El estudiante fue capturado en imágenes de las redes sociales chupándose o lamiéndose el dedo y tocando un plato de sushi mientras pasaba por una cinta transportadora en un establecimiento de Sushiro en la ciudad de Gifu. El incidente se volvió viral, lo que provocó una disminución significativa de los clientes de la cadena de restaurantes.
Akindo Sushiro, el operador de los restaurantes Sushiro, afirma que la publicación del video provocó una fuerte disminución en su base de clientes.
Las imágenes también mostraban al estudiante lamiendo una botella de salsa de soja y colocándola nuevamente entre los artículos de uso común. El incidente contribuyó al surgimiento del término “terrorismo de sushi”, que se refiere a las acciones antihigiénicas en los restaurantes de trenes de sushi donde los clientes seleccionan los platos de las cintas transportadoras.
La demanda fue presentada por Akindo Sushiro Co. en el Tribunal de Distrito de Osaka. La empresa alega una pérdida de aproximadamente 16.000 millones de yenes (115 millones de dólares) tras la publicación del vídeo, lo que provocó una caída sustancial de los clientes y una disminución del valor de las acciones de su empresa matriz.
El asesor legal del estudiante respondió a la denuncia admitiendo el acto y expresando pesar, pero cuestionó el vínculo causal entre las acciones del estudiante y la disminución de clientes. Sugirieron que la naturaleza competitiva de la industria podría ser un factor que contribuya a la pérdida de negocios de la cadena de restaurantes.
Akindo Sushiro Co. se abstuvo de proporcionar más detalles sobre el caso debido a su apelación en curso. La compañía resaltó su compromiso de mantener una relación de confianza con los clientes y manifestó su disposición a tomar medidas estrictas, tanto penales como civiles, contra cualquier conducta que menoscabe esa confianza.
Aunque los incidentes parecen limitarse a unos pocos videos, han causado un gran revuelo en Japón, un país famoso por sus altos estándares de limpieza.
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